Terremoto español en Lombardía. El Estudiantes madrileño ha dejado un recuerdo electrizante entre los expertos aficionados de Varese, que vieron cómo su equipo, lejos de remontar los 18 puntos por los que había perdido en Madrid (77-59) sufría otro enorme revolcón ante la furia de un conjunto que en el descanso había logrado ya 56 puntos, sentenciando de modo inapelable el partido (36-56) y, por supuesto, la eliminatoria.
Estudiantes era hasta ayer un equipo desconocido para los tifosi locales. En adelante guardarán en la memoria su juego vibrante, su explosivo contragolpe y la eficacia de sus tiradores, complementada con la solidez de sus pívots. Más aún, se le recordará como un bloque donde todos los jugadores (pasaron por la cancha once) aportaron algo importante y repartieron protagonismo.
Al principio dio la impresión de que el choque sería un monólogo del base visitante, el americano Corey Brewer, que anotó los siete primeros puntos de su equipo, y once de los 13 iniciales (8-13, min. 5). Sorprendió por ello que su entrenador le cambiase a los siete minutos, junto al pívot Keefe, que había logrado los otro cuatro puntos del conjunto (10-15). Sin embargo, los relevos, Azofra y Gabriel, se mostraron tan eficaces como sus compañeros, así que Estudiantes mantuvo su galopada en el marcador, mientras el Varese perdía el resuello, intentando inútilmente contener la avalancha. Cuando no lograba contragolpes, el equipo español fusilaba en triples (4/5 en el segundo cuarto).
Gorenc, Conti y el recién llegado Sandro De Pol intentaron responder por parte local, pero el tercer periodo se cerró con una diferencia de 21 puntos (55-76), pese a que Estudiantes jugaba preferentemente con reservas. Sólo en el último periodo tuvo algo de piedad de su oponente.
José V. Hernández: "Ahora, a pensar en el derby"
"Nuestra defensa ha sido buena, pero el ataque ha sido mucho mejor. En los primeros dos cuartos hemos logrado una ventaja decisiva que nos ha bastado mantener. Felicito a mis jugadores. Estamos ya donde queríamos en la ULEB. Ahora, a pensar en el derby de Liga contra el Madrid y, más tarde, en la semifinal contra el Pamesa. El Varese es un grande en mala racha, pero admiro a su entrenador, que sacará esto adelante".
El último partido de la final podría disputarse en Badalona
Semifinales y final mantendrán el sistema de doble partido. En la semifinal Joventut-Novo Mesto el primer partido se jugará en Badalona. En la otra eliminatoria el primer asalto se disputará en cancha del Pamesa. En la final, el choque de vuelta será en Badalona o Novo Mesto. La final española, lógicamente, sigue siendo viable, como ocurrió en la edición de Copa Korac de 1999, en la cual el Barcelona remontó 16 puntos al Estudiantes madrileño.
FICHA TÉCNICA:
88 - Metis Varese (15+21+19+33): La Rue (22), Meneghin (5), Gorenc (11), Conti (10), Zanus-Forte (2) -cinco inicial-, Vescovi (3), McCormack (7), Podkolzin (7), Marin (1), Allegretti (8) y De Pol (12).
101 - Adecco Estudiantes (24+31+21+25): Brewer (16), Loncar (6), Jiménez (2), Reyes (3), Keefe (4) -cinco inicial-, Misó (14), Gabriel (18), Azofra (9), Jasen (10), Iturbe (5) y Vidaurreta (14).
Árbitros: Sudek (SVK), Lovsin (SLO) y Dozay (CRO). Excluyeron por personales a Podkolzin y Zanus Forte.
Incidencias: encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa ULEB 2002-2003 disputado en el pabellón Palaignis ante unos 4.000 espectadores.
