¿Es usted el más grande?

Grande es lo que ha hecho el equipo. Entre los once que empataron en Pamplona hay cuatro o cinco que están en el Recre desde los tiempos en Segunda B y otros tantos llegaron en Segunda A. Nunca hubo un finalista más modesto que nosotros, en los tiempos modernos por lo menos. Lo nuestro es de coste cero.

¿Tienen prima por ganar la Copa o ni se les ocurrió pedirla?

Tenemos un premio colectivo y un porcentaje de las taquillas. Todo muy normalito.

¿Es cierto que en sus contratos se contempla que las fichas se reducen a la mitad si el equipo baja al final a Segunda División?

Así es. El que tiene ocho kilos se queda en cuatro si bajamos. Al Recre no viene nadie por dinero.

¿Usted y Manzano, qué tal?

Nos hemos enfrentado dos veces y empatamos las dos. La primera, él entrenaba al Martos y yo, al filial del Granada. Acabamos 0-0. Y este año, en Palma, 1-1 en Liga. Lo suyo también tiene mucho mérito.

Por cierto, ¿usted cree que Los Galácticos hubieran levantado un 2-0 en Pamplona?

La verdad es que tal como se puso el partido, con el agua que caía y el campo como estaba, y que ellos son físicamente muy superiores, llegué a pensar que nos meterían seis. Pero tras el descanso nos superamos, supimos interpretar lo que pedía el partido, el acontecimiento. Fue memorable, claro. Ahora hay que volver a la Liga porque el rival inmediato que viene es el Espanyol y hay que centrarse. ¡Es otra final! La de Copa será el 28 de junio, habrá llovido a cántaros hasta entonces. Viene el Espanyol con notable ventaja en lo físico, claro. Tengo varios jugadores extenuados.

Pero a ver quién dice en Huelva que la permanencia no es posible.

Arrastramos el déficit de las primeras jornadas, que fueron fatales. Moralmente estamos preparados para el gran esfuerzo final, desde luego. El partido del domingo es importantísimo, ganando nos seguimos agarrando a la vida.

¿Cuál es su sueño más húmedo?

Son dos en uno, es imposible otra cosa: ganamos la Copa y nos salvamos. Me despierto y pienso que sólo con poder imaginarlo ya es formidable.

¿Y en lo personal? ¿En el Madrid, por ejemplo, no se ve?

Soy un entrenador en formación. Me quedan muchas etapas por quemar todavía. Todo en esta vida tiene su punto de hervor. Sólo me preocupa hacer las cosas bien.