Las declaraciones de los jugadores y de los directivos son dignas de encomio, pero la realidad indica algo muy diferente. El Barcelona está muy lejos de poder acceder a las plazas que dan acceso a disputar la Champions League. Tanto, que para ello tendría que ganar 13 partidos y empatar uno de los 14 que le quedan por jugar. Así de contundente.

Aunque al mirar la clasificación de la Liga el equipo blaugrana aparece a 14 puntos de la zona Champions y a cinco de la que permite jugar la Copa UEFA, al hacer una proyección de los 45 puntos que actualmente suma el Deportivo, cuarto clasificado, surgen las urgencias: el Barça está obligado a sumar 40 puntos de aquí al final de la competición.

El motivo para ser optimistas lo encuentran los culés en su trayectoria desde que Radomir Antic se hizo cargo del vestuario: ocho puntos sumados en cuatro jornadas, para huir del fondo de la tabla, donde llegó a flirtear con los puestos de descenso.

En los días últimos han sido varios los jugadores del Barça que han expresado su confianza en conseguir la clasificación para la Champions League 2003-04. El holandés Marc Overmars calificó el asunto de "perfectamente posible". Ayer, sin embargo, se escuchó la voz de Xavi Hernández pronunciando una frase que sonaba a condena: "No nos queda más remedio que ir sumando los tres puntos en cada partido. Sea quien sea el rival, hay que ganar".

El objetivo de la zona UEFA es más asequible, aunque tampoco sencillo. La proyección de los 36 puntos del Betis (sexto) se convierten en 57 al final de la Liga, lo que obligaría al Barça a sumar 26 en las 14 jornadas para poder jugar en Europa.