No lo harán. Dirán que no procede. Que aún no se jugó la final. Que respetemos al Mallorca. Que el Recre (todavía) no ganó nada. Dirán todo eso y un montón de cosas sesudas. Pero no convencerán. Lo que queda es la transgresión, la sorpresa, lo políticamente incorrecto. Y más si llega desde el buen rollo. El Espanyol debería entrar primero al Colombino y hacerle el pasillo al Recre. Sería el homenaje al protagonista de la machada del año. ¡El Recre, finalista! Presume Alcaraz de que son el modesto más modesto que jamás se asomó a ese partido. Seguramente. Sólo por ello merece el pasillo. Si el Espanyol se anima y lo hace, su ocurrencia se contará de generación en generación.

Los pericos saben mejor que nadie lo que supone colarse en una final copera. Lo hicieron el año 2000 y, encima, se la ganaron al Atlético. No aparecían por ese partido desde 1957, cuando perdieron la final ante el Barça (0-1), en el viejo Montjuïc. El ambiente de euforia súper que les recibirá en Huelva les recordará aquellos días de mayo de 2000 cuando eliminaron al Madrid en semifinales y, junto a su gente españolista, vivieron un tiempo de ilusión inenarrable. ¡Con decirles que desde entonces no volvieron a ganar un partido de Liga...! Sólo valía la Copa.

Eran otros tiempos. Con Flores, el Espanyol se salvaba pronto y podía distraerse. Ahora ni ellos ni el Recre pueden ceder siquiera el empate. Sobre los tres puntos de esta tarde, nada mejor que echar mano de Lucas Alcaraz y Maxi Rodríguez, dos de los encausados. Sostiene Lucas: "Ganando, la salvación es posible". Y Maxi: "Nos jugamos la vida".

Que jueguen. Y salgamos de dudas sobre si la Copa pasa factura física al Recre o le da alas, o sobre si el Espanyol es capaz de ganar fuera de casa. Serán 90 minutos sin piedad. Por eso, entre otras cosas, deberían hacer el pasillo. Como no habrá, ahí va el mío: van a dar las cinco y ahí estoy, con quien quiera apuntarse; junto al túnel y aplaudiendo al decano.

RINCÓN ESTADÍSTICO

El único precedente en Primera entre Recre y Espanyol en Huelva resultó intrascendente. Fue en la última jornada de la temporada 1978-79, con el equipo onubense ya descendido y el Espanyol en la zona tranquila.

El 2 de junio de 1979 vio un 3-1, con goles de Muruzabal, Mansilla (dos) y Ramírez.

El Espanyol también visitó el Colombino en Segunda, en la cuarta jornada de la Liga 1989-90: el 24 de septiembre de 1989, 1-1, con goles de Rodríguez y Gabino, de penalti y en el último minuto.