Cómo cambian las cosas en sólo tres partidos...

Sí, esto es lo bueno que tiene el fútbol y lo que engancha de este mundo. Un día te salen las cosas bien y otros mal. Hoy hablan bien de tí y mañana mal, pero ese cruce de opiniones es lo que alimenta al fútbol. No creo que hace cuatro semanas fuera el peor del mundo y ahora tampoco creo ser Yashin. Considero que lo más importante es abrazar esta confianza que estoy teniendo ahora y que espero mantener hasta el fin del campeonato, porque es la imagen que se queda todo el mundo.

¿Sigue confiando en su trabajo a pesar de todo?

Lo más importante, lo último que debe perder un futbolista es la confianza, porque si encuentran algún portero que a lo largo de un campeonato no comete seis o siete errores hay que ficharlo ya y hacerse millonario. Todos los jugadores, incluso los grandes como Raúl, Ronaldo o Zidane tienen altibajos. Sin confianza no se puede jugar al fútbol.

¿Llegó a verse fuera del equipo en algún momento?

No, porque no creo haber hecho méritos para ello. Aunque se llegó a proponer a otros compañeros para ocupar mi puesto, creo haberme ganado la confianza del entrenador a lo largo del campeonato y no creo haber cometido tantos errores para salir del equipo. Ahora ya pasó todo, tanto lo bueno como lo malo.

Al principio pareció molesto con las críticas, después las aceptó con elegancia y ahora, ante las alabanzas, le veo con la cabeza fría.

Sí, acepto ambas situaciones con tranquilidad, pues más allá de las opiniones de algunos, yo en los malos momentos creí siempre que los errores que cometí no eran tan graves como para montar todo lo que se montó. Ojalá que cuando esto termine se pueda decir que Bizarri dio seguridad y tranquilidad o fue un buen portero para el Valladolid, sólo eso.