Gustavo Benítez cambió de idea a última hora sobre el esquema que debería utilizar para parar el potencial futbolístico del Real Madrid en el Bernabéu. Aunque estuvo ensayando durante toda la semana el 4-3-3, hoy alineará sobre el campo su habitual 4-2-3-1. En un principio, el técnico del Rayo quería tener a un hombre más en el centro del campo (en lugar de los dos medios centros habituales).

Su idea era disponer una línea de tres, con Azkoitia, Onopko e Iriney. El motivo, frenar el paso entre líneas de Zidane. Gustavo Benítez veía en el francés al principal factor de peligro de los movimientos de los blancos en ataque. Por ello, quería que uno de esos tres hombres se centrara en perseguir a Zizou. Pretendía también ahogar la creación de juego de los dos pivotes del Madrid (Cambiasso y Flavio). Pero la baja de Zidane le hizo cambiar de opinión y vuelve a los dos medio centros (Azkoitia e Iriney), con Cembranos por delante.