El Tour de Flandes se lo llevó un veterano clasicómano belga: Peter van Petegem, 33 años y doce campañas de profesional. Pese a su buen momento físico, Óscar Freire no pudo estar a la altura de los especialistas del pavés. Una vez más (y van 14 desde que existe la Copa del Mundo), ningún español logró puntuar en esta clásica.

Peter van Petegem se sitúa además como nuevo líder de la Copa del Mundo, aunque empatado a puntos con el italiano Paolo Bettini, vencedor de la Milán-San Remo. Freire baja del puesto siete al catorce.

La clásica de los 19 muros respondió a su leyenda. De salida hubo ataques, aunque la prueba sólo empezó a decidirse a 32 km de meta, con un ataque del mismo Van Petegem, al que respondieron otros trece corredores, entre ellos Johan Museeuw, triple vencedor de esta prueba, que no quiso pasar desaparcibido pese a sus molestias físicas.

A 16 km de meta, Van Petegem volvería a lanzar otro ataque en el muro Geraardsbergen o Kapelmuur, que sería definitivo. Sólo su compatriota Frank Vandenbroucke logró seguir su estela.

De ahí a meta ambos mantendrían una corta ventaja, pero insalvable para sus nueve perseguidores. En el sprint final Van Petegem, más rápido, batió con claridad a Vandenbroucke, repitiendo el final de 1999, donde ambos también quedaron primero y segundo.

En todo caso, para Vandenbroucke (VDB) significa salir del túnel en el que se metió precisamente tras esa temporada 1999, en la que tuvo una gran actuación en la Vuelta a España. Después de ella estuvo internado en un psiquiátrico (2000) y, tras estar recuperado y volver a competir en 2002, fue sancionado con seis meses de suspensión al encontrar la policía productos dopantes en su casa tras un registro.