El jeque de Anoeta

Hace unas semanas, un profesor turco publicó un artículo en el que situaba el origen de los vascos en su país. Uno de los argumentos más convincentes que podría reafirmar su teoría es la integración de Nihat en San Sebastián, porque se ha convertido en el jeque de Anoeta. El delantero es la bandera de la candidatura al título realista tras convertirse en la revelación y la sensación de esta Liga. Y eso que no lo tuvo fácil.

Fichado por un Toshack bajo sospecha por 800 millones de las antiguas pesetas, Nihat se enamoró de la familia txuri urdin en las 24 horas en las que le descubrieron una lesión de rodilla. Un mes después, ya completamente recuperado de la dolencia, volvió para firmar. Al turco le costó seducir a Anoeta y desmarcarse de la figura de su fracasado mentor. No brillaba, pero dejaba detalles: una falta magistral en el primer balón que tocó en Vigo; unas carreras por la derecha en quinta velocidad; una oferta rechazada por la Real de 1.500 millones de pesetas procedente del Fenerbahce y que el seleccionador turco le eligió a él en lugar del valorado Tayfun para el Mundial de Corea y Japón.

Esta temporada ha explotado. Nihat aporta la magia y la improvisación de la magnífica máquina táctica de Denoueix. Rompe las defensas con una sexta velocidad. Es explosivo, vertical y tiene un disparo impresionante. Se ha convertido en el ídolo de la afición realista, que suspira por que todos los balones vayan dirigidos a él. Ha batido el récord de goles de una delantera de la Real Sociedad, formando tándem con Kovacevic, con el que se complementa a la perfección. Ha marcado (otra de sus especialidades) cuatro goles de lanzamiento de golpe franco. Además, es una persona humilde, simpática, graciosa, besucona y ganadora. Lo tiene todo. Es una joya. Y en Anoeta ya nadie duda de que las posibilidades de reeditar una Real Sociedad campeona pasan por su velocidad y su remate.