El defensa internacional con Rumanía, Sebastian Filipescu, regresó ayer de su partido con la Selección y analizó al Espanyol, rival de los béticos el próximo domingo en el Ruiz de Lopera. "Ellos han mejorado mucho con la llegada de Clemente. Se juegan mucho y vendrán muy motivados. Nosotros tenemos que estar atentos y sumar de tres en tres puntos, porque nos quedan siete finales y lo que pierdas no lo puedes recuperar al final", afirmó Filipescu, uno de los mayores damnificados en aquella visita al Recreativo de la primera vuelta, cuando fue expulsado por Turienzo, colegiado que dirigirá el encuentro del domingo. A pesar de todo, el defensa no le guarda rencor al árbitro: "Yo no tengo nada contra Turienzo. El hizo lo que le dijo el linier. Espero que el partido no esté condicionado, ni por su parte ni por la nuestra. Lo único que quiero es que no perjudique a ninguno de los dos equipos".

Sobre los fallos de la defensa en Bilbao fue contundente: "Todo el mundo falla, pero también es mérito de Urzáiz".