Les voy a contar cómo veo a Carlos. Me parece uno de los jugadores más desaprovechados de la Liga española. Parece que Carlos no va a ser titular tampoco en el Camp Nou, aunque pueda faltar Pandiani. Tampoco lo fue el otro día en beneficio de Biagini, y eso quizás le desespere. El sevillano añora su tierra ahora que el Sevilla parece que le pretende. Ignoro la razón por la que Carlos no rinde acorde con sus condiciones, no soy su entrenador, ni su compañero de vestuario, ni tampoco le he visto crecer futbolísticamente, pero es un jugador con condiciones increíbles: un jugador explosivo.

Recuerdo su partido en Zorrilla esta temporada y todavía me llevo las manos a la cabeza. ¡Qué pesadilla para el Valladolid! ¡Qué manera de disfrutar al verle jugar aquel día! Esto nos ofrece una idea aproximada de lo que podría ser este delantero. Anotó un hat-trick, pero pudo hacer alguno más, aunque no sólo se trata de que afinara su puntería ese día. Era también su mentalidad, su verticalidad, su manera de moverse y de entenderse con sus compañeros. En ese sentido, lo que pude observar de Nihat el domingo pasado en Son Moix me evocó a aquel Carlos. Pero Nihat lleva 19 goles en el campeonato de Liga y Carlos no es titular nunca. ¿Cuál es la diferencia? Seguramente la mentalidad.

Sigo esperando ver un día a Carlos, explosivo pero no revolucionado, inquieto pero confiado, rápido pero no atropellado, y midiendo bien los tiempos a la hora de regatear, pasar y disparar a puerta. Todavía creo que podemos ver un buen Carlos. No sé si de rojillo o como nuevo jugador hispalense la próxima temporada.