Y a estamos con la cantinela de cada final de temporada. Como si la cosa se hubiese acabado ya —al menos, los puntos dan la razón a los que piensan que el curso sigue vivo y lo de volver a Europa sigue siendo factible— se lleva hablando de renovaciones y fichajes, sin prestar atención a lo muchísimo que se juega el Betis en los próximos encuentros, siempre y cuando gane mañana en Pamplona, claro.

La pregunta está en el aire. ¿Alfonso sí o Alfonso no? Visto que Cañas no será renovado por su bajo rendimiento en las últimas temporadas y lo de César, lesionado, es cuestión aparte, la cortina de humo extendida estos días en verdiblanco radica sobre la idoneidad o no de prorrogar la segunda etapa, para algunos la tercera, del getafense en Heliópolis..

Si se hablase de incorporar a un jugador x, a escasos meses de cumplir los 31, cuya última temporada ha sido un cúmulo de desgracias por las lesiones, con los dos años anteriores en blanco en un club de campanillas y con la ficha más alta de un plantel bastante cotizado la respuesta sería obviamente negativa. Ahora, tratándose de un tipo del carisma del "11" bético, la cosa cambia. Y más cuando los que le compiten el puesto se llaman Casas, Joao Tomás o Dani. Así es más fácil.