El aristócrata del banquillo

El aristócrata del banquillo

Cuando contaba con 60 años y se apagaban los últimos latidos de su carrera, la corriente futbolística lo trajo a nuestra ciudad, a su ático de La Malagueta, a su escaño en La Rosaleda. El presidente Fernando Puche le pidió un penúltimo empeño: ascender a Primera División a un gigante dormido llamado Málaga. El camino que finaliza este sábado, 21 de junio de 2003, comenzó a andarse un 30 de agosto de 1998. Aquel vestuario que enloqueció con el ascenso el 30 de mayo del 99 se ha tornado afónico, las gradas de Martiricos guardan un minuto de silencio, el balcón del Ayuntamiento se queda huérfano del héroe que lo presentó a Europa. El sabio Joaquín Peiró no volverá a sonreír en Málaga.

"Cuando me vaya, quiero que me recuerden como a un vecino más". Peiró nunca quiso destacar ni en las alegrías ni en las penas. Se sintió malagueño desde que llegó. Sentimental, no esconde que lloró con 30.000 almas el día en que Málaga regresó a Primera tras ganar al Albacete, ni tampoco que estalló de júbilo cuando Roteta levantó el pasado 27 de agosto el trofeo de campeón de la Intertoto. Nadie le ha dado tanto al Málaga como él, aunque sólo los años lo distinguirán como el mejor entrenador de la historia. Aunque Peiró no tiene prisa. "Las prisas son para los ladrones y los malos toreros". Y el madrileño es un Curro Romero del fútbol español.

Joaquín Peiró Lucas (29-01-36), el único entrenador que ha tenido el Málaga CF en Primera, es el paradigma del equilibrio. Durante estas últimas cuatro temporadas, este añejo Galgo del Metropolitano ha dirigido al Málaga en 151 partidos de Liga, con un bagaje sorprendente: 51 victorias, 51 empates y 50 derrotas, cifras muy por encima de las que presentó el desaparecido CD Málaga. El balance goleador resulta igual de armónico: 203 goles a favor y 203 en contra. Además, es el entrenador que más años (desde 1998) lleva en un mismo equipo —comparte ese honor con Irureta—.

Las mayores remontadas en Liga llegaron de su mano —la última en el pasado derby—, Rufete y Contreras fueron a la Selección bajo su mandato y supo alternar el fútbol ofensivo —récord de jornadas seguidas marcando—, con la sobriedad defensiva —rey del empate desde que el Málaga CF regresó a la máxima categoría del fútbol español—. El equipo de Martiricos volverá a disfrutar de fútbol de Primera un año más gracias a él. Otro récord. El segundo lustro de oro toca a su fin, aunque su huella es sencillamente imborrable.