La defensa de la final

La defensa de la final

Faltan nueve días para la final de Copa, la tercera del Mallorca, la primera en la que el conjunto bermellón es, en teoría, favorito (malditos favoritismos). El cuadro de Etoo es mejor, pero está ante la obligación de no ser peor que su oponente para ganar. Y no ser peor significa esconder sus defectos y no dar facilidades a un rival que como marque primero se pondrá como un erizo en posición defensiva.

Quiero ir a parar a lo siguiente. Me preocupa el centro de la zaga rojilla para la final, tal vez el punto por el que el Recre podría hacer más daño, en el caso de que la pareja de ataque sea Xisco Muñoz-Raúl Molina. El Mallorca tiene cuatro centrales, en este momento, más que capacitados para jugar un partidazo el día 28: Vicente, Niño, Nadal y Lussenhoff. Y lo que me preocupa es la combinación de esos dos centrales, sobre todo, porque el Recreativo puede empezar a ganar la final con arrancadas de Raúl Molina o salidas de Xisco Muñoz desde segunda línea, especialmente si el Mallorca pone a dos centrales lentos.

La final ya se juega en el tablero. Lucas Alcaraz, hábil y estudioso, tratará de sacar partido a su equipo asfixiando a los rojillos en el medio y buscando velocidad arriba. Manzano, estudioso y exhaustivo también, sabe que ser favorito no le viene bien ante el Recre, al que sólo le han marcado dos goles de penalti este año.