Cuenta Paco Flores que Josep Colomer, el nuevo responsable del fútbol base del Barça, jugó con él en el juvenil del Espanyol. "Tenía un gran coco, yo le dije más de una vez que dejara el fútbol y se dedicara a ganar dinero en el mundo empresarial".

Colomer fue socio del Espanyol, tiene 34 años y dirigió hasta ahora la Escola de Fútbol d’Osona, donde muchos de esos niños cavilan hace tiempo que les conviene más jugar en el Espanyol que en el Barça, por aquello de las oportunidades de llegar a Primera División. La extracción españolista de Colomer se pone de manifiesto en que uno de sus jugadores jóvenes favoritos es Siscu, el capitán del Juvenil A, recientemente proclamado campeón de España.

En el Espanyol lo saben y aunque aseguran tener blindado al futbolista esperan que con Colomer y Guillermo Amor, que será el director de la ciudad deportiva azulgrana, cambiarán las malísimas formas del actual mando de la base culé, al mando de Quimet Rifé.

Colomer es un excelente organizador de los asuntos relacionados con el fútbol base y sobre él descansa una de las piedras angulares del proyecto Laporta y que afectan al Espanyol: el Barça quiere arrebatarle la bandera de la cantera catalana al club de Montjuïc trabajando bien con el resto de clubes catalanes y desparramando sus redes por toda Cataluña. El Espanyol debe estar alerta.