Vaya con los equipos franceses! ¡Cómo andan! Todo el día en fuga. Ganan al sprint, dejando en mal lugar a sprinters de mucho nombre, llevan un líder que está pendiente de ataques de grandes capos. ¡Qué completos son todos! Parece que corren en casa. Al final, va a resultar que son equipazos. Cada día me sorprende más la UCI. No entiendo. Con lo que se preocupan por la seguridad de los ciclistas, cómo pueden dejar salir a uno con collarín. ¿Y si hay una caída? ¿Y si tiene que frenar de repente, cómo respondería? ¿Se caería él sólo o tiraría a más gente...? Pero, claro, es francés y está en Francia. Y allí, ya se sabe. Hay normas distintas o, por lo menos, eso parece.

Cómo me ha gustado el gesto del patrón de Cofidis cambiando de director porque el equipo falla! Esto pasa en el fútbol continuamente, pero en el ciclismo es raro. Se echa la culpa a los ciclistas y son a los que se cambia, cuando muchas veces que no se ganan carreras es por culpa de la planificación, del material, de la motivación, etc. Cosas que el director tiene que lograr que sean lo mejor posible. Y cuando esto no pasa se dice que son los corredores que se quejan de todo. Millar tenía como objetivo del año el prólogo del Tour y por un fallo de equipo no pudo ser líder. Por fin alguien pone un remedio muy bueno y que los patrones deberían imitar.