Como si nada hubiera sucedido en las últimas semanas, Patrick Kluivert amaneció ayer en el Camp Nou. Fue a las instalaciones del Barcelona a primera hora de la mañana, a las nueve, donde se sometió a las pertinentes pruebas médicas. Una hora más tarde, y con el resto de sus compañeros, el delantero holandés se puso a las órdenes de Frank Rijkaard, que ayer dio banderazo de salida al primer proyecto deportivo del presidente Joan Laporta. El Barça se ha salido con la suya: Kluivert no ha visto cumplido su deseo de cobrar los 12 millones de euros brutos que en su día le prometió el ex presidente Joan Gaspart, por lo que seguirá ingresando la nada despreciable cifra de siete millones anuales.

"No es una cosa buena para mí que me rebajen el sueldo, pero me gusta el Barça y la ciudad. Hablamos de cobrar menos de ficha, pero existe la posibilidad de prorrogar el contrato dos temporadas más. Eso es una puerta abierta", aseguró el jugador tras la sesión matinal. Se le veía algo fastidiado, pero resignado a su suerte de seguir siendo culé. "Pese a que tenía ofertas de otros equipos para salir del Barça, nunca tuve la intención de irme. Al contrario. Además, no me duele que digan que no estoy comprometido con el proyecto", explicó Kluivert.

Overbooking. Rijkaard contó con 28 jugadores en la sesión de la mañana y con uno más por la tarde, después de que el portugués Ricardo Quaresma fuera presentado; un número a todas luces excesivo para cualquier plantilla. Y eso que faltaron Alfonso Pérez y Fernando Navarro, lesionados, y Thiago Motta, que está disputando con la selección brasileña la Copa de Oro, en México y Estados Unidos.

Al turco Rüstü Reçber, uno de los pocos rostros de estreno, que tuvo como cicerone a un amabilísimo Roberto Bonano, se le vio con muchas ganas y aseguró que "estar aquí es comenzar a cumplir un sueño".

En los dos entrenamientos del primer día reinó el buen rollo, a diferencia del tono que marcó el inicio de la pasada temporada, con Louis van Gaal en el banquillo. Tanto Rijkaard como su segundo entrenador, Henk ten Cate, impusieron un tono amable en todas sus intervenciones, tanto dentro como fuera del campo de entrenamiento. Lo mismo puede decirse del tercero de a bordo, Eusebio Sacristán, y del nuevo responsable de la preparación de los porteros, Juan Carlos Unzué.

La plantilla volverá a entrenarse en doble turno hoy y mañana. Tras la jornada de descanso del domingo, comenzarán los bolos en otras ciudades, con ensayos en Terrassa (lunes) y Gavà (miércoles). Es otro Barça y, de momento, también lo parece.