La rabona de Lopera

La rabona de Lopera

Regates, lo que se dice regates, los sabe hace bien Tote dentro del campo. Tiene virtudes, incluída la rabona por la que casi le crucifican los tótems del Real Madrid, pero no la de goleador. Que no las enchufa, vamos. Es curioso, porque a Lopera, en los últimos tiempos, le está ocurriendo lo mismo, que le hace regates a todo el mundo (ver declaraciones, abajo, del padre de Tote) pero no le mete un gol al destino de este Betis inocuo y pega el aldabonazo necesario para hacer un equipo grande. Un crack que remate todo lo bueno que llega desde la izquierda de Denilson, la derecha de Joaquín (si se queda y/o se le mejora el contrato al portuense) y la parte de atrás que pueden ocupar Capi o Fernando. O Tote, si lo acaba fichando Lopera.

Lejos quedan los tiempos del tiro la casa por la ventana y me traigo a Finidi y béticos, que si queréis sopa os doy dos tazas, y le robo a Alfonso (el Alfonsito de los veintitantos goles) al Madrid y el AVE se llena de estrellas del colores en dirección a Heliópolis. Del Betis que quedaba segundo y tercero, que no fue a la Champions porque entonces ese era un lugar privilegiado en el que sólo cabían los campeones de Liga.

No cuesta tanto, repetimos. Hace falta un goleador, sólo uno. Totees un segundo punta que no le viene mal a ningún equipo. Pero Lopera regatea. A Tote, y a su padre, dinero. Y al Betis, un futuro más esperanzador.