La plantilla sevillista protagonizó ayer un motín que pudo tener duras consecuencias. Durante más de una hora, los jugadores se negaron a tomar el autobús que les llevó a Isla Canela. El motivo del plante no era otro que el desacuerdo con la decisión del club de dejar a los descartes (Moisés, Fredi, Alfonso y Mario) en Sevilla sin ir a la pretemporada.
Días antes, estos cuatro futbolistas le comunicaron a Monchi y a Del Nido que adoptarían todas las medidas legales para que el club les permitiese trabajar en Isla Canela. Por ello, hablaron con la AFE para pedir consejo y pidieron colaboración a sus compañeros. Así, con un ambiente previo bastante calentito, los capitanes Pablo Alfaro y Víctor Salas quedaron citados a los 10:00 horas con Del Nido para informarse lo que estaba sucediendo. Más tarde, se reunieron con todos los compañeros en el vestuario y tomaron la decisión de apoyar a los cuatro descartados. La decisión fue rotunda: si no vienen, nadie se subirá al autobús.
Ante esta postura, se sucedieron varias bajadas al vestuario de Del Nido, Caparrós y Monchi, acompañados por el abogado Manuel Soto. Los dirigentes le comunicaron al plantel que la decisión del club era legal y que si se negaban a iniciar el trabajo de pretemporada podrían sufrir diferentes sanciones. Mientras, Moisés, Fredi, Alfonso y Mario se marcharon a Fremap, pues a las 11:30 estaban citados para pasar el reconocimiento médico.
En el vestuario, el tiempo pasaba y la tensión crecía. Los jugadores no daban su brazo a torcer. Incluso, por recomendación de la AFE, cambiaron sus planes y aceptaron tomar el autobús, pero con la idea de declararse en huelga en los plazos legales. El motín era un hecho. Fue entonces cuando, tanto los cuatro descartados como el resto de los jugadores, entendieron que si seguían con esta medida adelante los problemas serían extremos, por lo que decidieron dar marcha atrás. Tras el serio amago, aceptaron las medidas del club y, alrededor de las 12:45, se marcharon a Huelva sin Moisés, Fredi, Alfonso y Mario, que recibieron órdenes de comenzar a trabajar en la Ciudad Deportiva ayer mismo por la tarde.
Con los jugadores camino de Isla Canela, el presidente ofrecía su particular visión de lo ocurrido: "Simplemente, la plantilla quería informarse de la situación de estos cuatro jugadores. Le hemos dicho que harían la pretemporada en la Ciudad Deportiva con un técnico y todos los medios. Cuando han sido informados, se han ido. Nada más. En ningún momento se han negado a marcharse. Ha sido una pequeña incidencia ". Las caras mostraban claro que en el vestuario había pasado mucho más.
