Raúl dijo no al fichaje del siglo

Raúl no tiene precio. Al menos, el que le ha puesto el Chelsea (¡100 millones de euros!) no ha conseguido que el icono más venerado por los madridistas tenga una sola duda sobre ese futuro que espera sea blanco hasta que decida colgar las botas. Todo aconteció a mediados de julio, antes de que Raúl regresase de sus vacaciones por las Baleares para iniciar la gira asiática.

El Chelsea del multimillonario ruso Roman Abramovich quería hacer un fichaje de impacto que permitiese a los londinenses mirarle de frente a los ojos al Manchester y al Arsenal. Raúl, idolatrado en Inglaterra, era la gran apuesta y el magnate no tenía problemas en tirar de cartera, aunque fuese con una oferta sin precedentes en la historia del fútbol. El Daily Express informó de ese interés, pero nadie dio demasiado crédito al asunto.

Pero, como se dice en el argot periodístico, iba bien tirada la bacalada. Segun ha podido saber AS, en el hotel Eurobuilding (muy cercano al Bernabéu) se reunieron Marc Roger (agente de estrellas como Vieira, Anelka o Makelele), que iba en nombre de Abramovich, Santos Márquez (agente con buenos contactos en el fútbol británico que ya estuvo en las operaciones de Figo y Zidane para venir al Madrid) y Ginés Carvajal, agente de Raúl. Éste acudió sólo por la insistencia del Chelsea en forzar una cita a la que, por supuesto, no acudió la estrella madridista.

El encuentro fue breve proque pronto se destaparon las cartas. Roger comentó a Carvajal que el Chelsea pagaría hasta 100 millones de euros al Madrid y que Raúl podría tener un contrato de ensueño si aceptase negociar. El representante de Raúl, que conoce perfectamente al crack y sabe que no quiere cambiar de aires, le telefonéo y obtuvo la respuesta que esparaba: "No quiero ni oír hablar del tema. No escucho ofertas. Del Madrid no me muevo".

Valdano fue informado de ese interés y dejó claro a Ginés Carvajal que el Madrid considera a Raúl un "valor intransferible" y que no venderán a su galáctico ni por todo el oro del mundo.

A Raúl le quedan dos años de contrato (2005) y Florentino espera renovarle el próximo verano, cuando quede uno para su finalización. Presidente y jugador se vieron en el Pitina II este verano, según publicó ayer El Mundo, y los dos conviven ahora en perfecta sintonía. Raúl se queda y no piensa escuchar ofertas. Que apaguen las alarmas.