Joan Laporta matizó ayer lo que dijo el sábado en la Univesitat Catalana dEstiu, cuando afirmó que a los nuevos fichajes se les obliga por contrato a aprender catalán. "Lo que se les pide es que respeten a las instituciones, la cultura y la lengua catalanas", aclaró el presidente.
Laporta, que asistió al funeral del ex presidente Enric Llaudet, fallecido el pasado viernes, salió así al cruce de algunas críticas vertidas contra su declaración de catalanismo del sábado, ante una audiencia de unas 300 personas. En esa ocasión, en la población de Prada del Conflent, el presidente se definió como "un patriota catalán" y mostró su perfil más nacionalista, para regocijo de la concurrencia, que le aplaudió a rabiar.
Enke puede volver. Laporta hizo referencia ayer a la atípica situación que vive el portero alemán Robert Enke, que la semana pasada decidió de forma unilateral romper su compromiso con el Fenerbahçe turco, al que había sido cedido por una temporada, y regresar al Barça, donde no tiene sitio en la plantilla. El presidente dijo que el Barça negocia con el Murcia para una posible cesión de Enke, aunque el asunto dependerá de que el Fenerbahçe no denuncie el caso ante la FIFA, por incumplimiento de contrato.
El alemán trató ayer con el Barça su reincorporación a los entrenamientos, aunque no con la plantilla que trabaja a las órdenes de Frank Rijkaard, sino en el grupo de los descartados, donde están Bonano, Alfonso, Dani y Riquelme.
