¿Otro año igual?

Yo digo | Juan Salas

¿Otro año igual?

Más de uno se preguntaba, a la conclusión del partido frente al Espanyol, si aún no había finalizado la temporada anterior. Más de uno no podía creerse que un equipo profesional, con toda la mala suerte del mundo en contra, seamos sinceros, no era capaz de buscar los argumentos necesarios para no tirar puntos del modo que llevaba meses haciéndolo. ¿Otro año igual? Pues va pareciendo que sí.

Sin querer presumir de agorero, hace tiempo que venimos diciendo, tanto en estas letras como en las hermanas de El Correo, que este Betis 2003-04 presenta una escalofriante similitud con su versión anterior. A la enorme facilidad que muestra en la creación, sin duda, una de las virtudes más difíciles de alcanzar en el panorama futbolístico actual, une la calamitosa forma de manejar los tiempos cuando el resultado es favorable.

Sin querer meterme a técnico, digo yo que habrá alguna forma de matar los partidos cuando la ventaja en el marcador sea mínima y el tiempo que queda para el final, escaso. Digo yo que, aparte de la evidente poca fortuna del Betis, alguien debe entonar un mea culpa y poner de su parte para que esto no ocurra con tanta frecuencia. Con lo difícil que es marcar y lo fácil que resulta enviar el balón a la grada.