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El clon francés del Madrid

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El Real Madrid se mide esta noche a su clon francés. Son muchas las cosas en las que se asemejan el nonacampeón continental y el Olympique de Marsella, excepción hecha de los títulos, claro está, aunque en eso el OM también es una rara avis en su país, pues es el único que ha conseguido ganar la Copa de Europa. El club marsellés es, como el madridista, el que posee más seguidores en su país, muy probablemente por el hecho de ser el equipo preferido por los inmigrantes en Francia: magrebíes y subsaharianos se sienten más identificados con él que con ningún otro y la afición que acude al estadio del Velódromo se ha ganado con todo derecho el honor de ser la más caliente de todas.

En lo que al aspecto deportivo respecta, diríase que el Real Madrid y el Olympique de Marsella han sido confeccionados siguiendo el mismo patrón: contundencia en la línea de ataque y debilidad defensiva. Son dos equipos que únicamente saben atacar y que muestran sus múltiples carencias cuando se les ataca. La llegada esta temporada a la plantilla de los marselleses de Drogba, Marlet y Mido, la nueva tripleta atacante, hace del Olympique uno de los equipos más fuertes del continente europeo en el aspecto ofensivo. Esta característica pudo comprobarse perfectamente el pasado sábado, cuando en la jornada liguera los hombres que dirige Perrin le endosaron cinco goles al Le Mans. El Olympique llevaba dos largos años sin marcar cinco tantos en el campeonato, pero seguro que no pasa mucho más tiempo hasta repetir la hazaña.

Por recurrir a un tópico más relacionado con el entorno pugilístico, el partido que se disputará esta noche en el Santiago Bernabéu será un intercambio de golpes entre dos pesos pesados que están dotados de una enorme pegada pero que carecen de cintura. Hasta el momento, la vía del K.O. le ha dado unos resultados excelentes al Real Madrid, pero el Olympique de Marsella quiere demostrar que puede tratarle de igual a igual.