Tiburones contra boquerones

Primera | Málaga-Real Madrid

Tiburones contra boquerones

Tiburones contra boquerones

jesus aguilera

La racha goleadora del Madrid se pone a prueba frente a un Málaga que aún no ha logrado un gol l Salva debuta en La Rosaleda l Juande prepara cambios

Decimos que el punto débil del Madrid, su única asignatura pendiente, son ciertos partidos fuera de casa, aquellos que se juegan contra equipos menores (sin faltar), encuentros sin excesivo glamour pero de mucho correr y sudar. Y aunque esto es verdad, de todos los campos del mundo en los que se cumple habría que excluir a La Rosaleda, porque es un territorio más amigo que hostil y porque el Málaga es un equipo de natural abierto y afable.

Si a eso le añadimos que el Madrid llega montado en las carrozas del Orgullo Galáctico y el Málaga se presenta un tanto depresivo, sin goles ni victorias (sin Peiró), el pronóstico parece de un claro que asusta. Sin contar otros factores psicológicos que favorecen a la galaxia, como la cercanía del mar, la playa, la fiesta y el inminente cumpleaños de Ronaldo, huracán Isabel versión confeti (y demás).

Pese a todo, cualquier víctima, por sentenciada que parezca, dispone del recurso de la excitación y esa será la baza del Málaga en su estadio, que no estará lleno porque hay avispados presidentes que suben los precios para ganar más dinero y al final ganan el mismo dinero que siempre pero con menos espectadores en el campo, lo que termina por perjudicar a su propio equipo, que luego se queja de que la afición tiene que apoyar más y el presidente silbando.

Como Juande busca soluciones para que su equipo se defina y juegue o destruya, se presienten cambios en la alineación, aunque parece seguro que Salva debutará en casa (en la nueva). A este respecto, hay dos tipos de aficionados al fútbol: a los que les gusta Salva y a los que no les gusta en absoluto. Como me inclino por la polémica opción A, estoy abierto a cualquier tipo de crítica, por despiadada que sea.

En el Madrid no hay dudas, una vez confirmada la ausencia de Helguera, que todavía no está recuperado de sus molestias. Jugarán los autores de los últimos recitales en el Bernabéu, que como se sabe han coincidido con la reubicación de Beckham en el centro del campo. Por cierto, al inglés también le hace falta un gran partido fuera de casa para que el amor del madridismo sea incondicional y eterno.

Al hilo de los recitales y el precio de las entradas Queiroz comparó al Madrid con un concierto de los Tres Tenores. También aclaró que el balón no tiene cerebro.