Ataque feroz de la UEFA a Abramovich

Toque de atención de la UEFA a Roman Abramovich y su proyecto-Chelsea. Bueno, más bien, ataque feroz de Gerard Aigner, jefe ejecutivo del organismo, al último magnate en desembarcar en un fútbol europeo que, al parecer, tiene coto. "Actualmente podemos formar una selección mundial y nadie hace nada. Alguien compra un equipo y, repentinamente, es candidato a ganar la Champions. El fútbol no debería ser así", comentaba Aigner, responsable de la dirección administrativa de la UEFA, en las páginas del diario británico Daily Mirror.

A Aigner le escuece que Abramovich haya hecho del Chelsea un grande de Europa en cuestión de días, a golpe de talonario. Y le duele que el overbooking de estrellas eche a perder a los jóvenes talentos del fútbol europeo y las canteras del balompié. "La locura por los fichajes provoca que jóvenes promesas no hagan otra cosa que ocupar el banquillo. Ese modelo se carga la cantera. Si los grandes clubes tienen a esos jugadores, otros no podrán hacerlo y la competición se reducirá considerablemente", dijo Aigner.

El jefe ejecutivo de la UEFA aboga por una vuelta a los días en que el fútbol se construía desde abajo, forjando pavones. "¿Se acuerdan de equipos como Borussia Mönchengladbach, Malmoe o Ipswich, que triunfaban por su buena cantera? Eso se ha perdido", dice Aigner, quien avisa casi apocalípticamente: "Los que toman las decisiones hoy día no saben el daño que están haciendo, pero se cargarán el fútbol del futuro".

Aigner critica fichar por fichar, política que, en su opinión, empobrece el fútbol. Lo cierto es que algunos de los jugadores contratados por Roman Abramovich no han tenido oportunidades en Stamford Bridge. Joe Cole, promesa del fútbol inglés, es suplente con la llegada de Makelele y Verón. Peor suerte corren otros jóvenes jugadores del Chelsea como Mikael Forssell, cedido al Birmingham City; Carlton Cole, que deberá foguearse en el Charlton a la espera de una oportunidad; Joel Kitmirike, traspasado al Brentford; y Filipe Oliveira, procedente del tricampeón Oporto, el único que sigue en Stamford Bridge luchando por hacerse un hueco en el primer equipo. "Debería existir una regla que obligara a los clubes a alinear jugadores formados en su cantera", afirma Aigner.