Doble mérito

Ciclismo | 18ª etapa

Doble mérito

Doble mérito

jesús rubio

Gran triunfo de Díaz Lobato que, después de mil intentos, logró su objetivo. Zaballa, que llegó a 44 segundos, se creyó ganador. Hoy, Sierra de Madrid

Tino Zaballa somos todos, esto para empezar. Cualquiera ha puesto morritos al sentirse observado por una bella desconocida antes de descubrir que miraba realmente al apolo que teníamos detrás. Cualquiera se ha creído admirado por los pasajeros de un autobús antes de darse cuenta de que se había dejado media cara sin afeitar. Cualquiera llega tarde y cualquiera lo celebra. La historia del mundo está jalonada de ejemplos, desde los que llegaron al Polo Sur y se encontraron otra bandera plantada hasta los que descubren que ella tenía novio una vez iniciado el desembarco de Normandía.

Zaballa llegó a la meta exultante, feliz por su victoria. Salvo que cruzó la meta segundo, nada se le puede reprochar. Cualquiera tiene un despiste, cualquiera se pone un pinganillo y deja de prestar atención, todos nos hemos quedado dormidos con la radio encendida y además es que se mezclan las emisoras y al final no sabes si estás escuchando a Belda o Radio Revolución.

Díaz Lobato, que fue el ganador de verdad, lo festejó con mesura, como si lo hiciera todos los días. En meta aclaró que es un ciclista modesto, "pero menos", porque ya suma tres victorias y porque otro gallo le cantaría en un equipo grande. Digamos que tiene conciencia de clase, pero de clase media. Poco importa que gane 4,5 millones de pesetas al año, porque la elegancia va por dentro y el dinero son cromos.

Fue una victoria merecidísima, tanto como lo hubiera sido la de Zaballa, o la de Chente, Arrieta, Quesada, Horrach o Isasi, todos en la fuga definitiva y todos parecidos porque ellos son el alma del ciclismo, ni estrellas ni globeros, ciclistas.

Torpeza. Menos poética fue la táctica de ibanesto, que era mayoría en la escapada hasta que Arrieta se descolgó para pedir a Laguna que colaborara. Como el corredor del Relax no estaba por la labor, el del ibanesto dijo que si no tiras tú no tiro yo, consecuencia de lo cual ambos se quedaron tirados; todo esto ante la estupefacción de Unzue, hay años en los que uno no está para nada. Menos mal que será maravilloso viajar hasta Mallorca, para que nos patrocinen, mayormente.

Y como iba de canciones y nadie recordó una de las míticas (hey Sabina ten cuidado con el Paternina), Díaz Lobato aprovechó para escaparse y reivindicar la suerte de los que casi nunca la tienen, asunto con el que es imposible no sentirse identificado.

Lo que nos espera hoy es la Sierra de Madrid, subidas a Los Leones y Navacerrada, etapa más entrañable que selectiva, gracias a Perico repleta de proezas y sobres con cromos, en la que apostamos por Perdi o en su defecto por Zaballa, al que ya no le hará ni falta levantar los brazos.

La mala noticia es que solamente nos quedan tres días de podio, justo ahora que la morena del maillot oro (que entrega un tapacubos de plata) se estaba viniendo arriba y más que una azafata parecía una auxiliar de vuelo, snif.