Raúl viajó con ganas de jugar

Estar en Das Antas (Oporto) es como estar en Tierra Santa. Cada vez que el Real Madrid pisa este estadio, en mayo cae una Copa de Europa. Pasó en 1998, en el 2000 y en el 2002. Este año se puede repetir, pero sería el último porque este emblemático estadio pasará a ser escombro en un par de meses y dará paso al nuevo Das Antas, que la UEFA no ha dejado estrenar para esta primera fase.

Raúl no podía faltar a su cita con la Champions. El delantero dice no tener dolor. Ayer se machacó mañana y tarde porque tiene ganas de jugar, muchas ganas. Hasta fue el comodín de los dos equipos en el cortísimo entrenamiento en el escenario del partido. Hoy por la mañana se decidirá si el capitán madridista salta al campo con brazalete y desde el primer minuto. El que sí que no estará será el capitán del Oporto, Jorge Costa, que tiene una fuerte contusión. Es una baja importante por su carácter, su liderazgo en el equipo y su capacidad de mando.

Pero sobre todo es un partido de muchas emociones. Queiroz vuelve a su tierra. Bueno, parece que nunca se fue porque el país (al menos Oporto) está lleno de cartelones con el anuncio que ha hecho para la banca portuguesa. Parece más un político que el técnico del Real Madrid. Será el choque entre Queiroz y Mourinho, los dos entrenadores top de Portugal. Fueron compañeros de universidad y hoy serán rivales. Los dos se juegan más que tres puntos en el partido de esta noche.

Dicen que son equipos similares, pero ¿dónde están los galácticos en el Oporto? Desde luego, a simple vista, no los tiene, pero sin ellos son líderes en la Liga portuguesa, han ganado la Supercopa del país y perdieron la Supercopa de Europa con el Milán (esa competición eran palabras mayores).

El Madrid llega decepcionado por lo de Valencia pero con ganas de morder. Eso que dice Queiroz de "hay que demostrar que somos el Real Madrid" lo van a llevar hasta las últimas consecuencias porque Europa es Europa y porque en la Champions el Madrid siempre demuestra que quiere ser el rey de la competición desde la primera jornada.

Será el día de la vuelta de Helguera al centro del campo, el día de la oportunidad que no tuvo Portillo hace dos años, el día de Ronaldo y, por qué no, el de Raúl. Da igual que esté en el campo o en el banquillo, el caso es que esté. El equipo lo necesita y él lo sabe bien.