Que vengan con dientes

Que vengan con dientes

Mañana juega el Sevilla frente al Cerro Reyes, un Tercera que ha convertido su canchita de hierba irregular en una aldea de Astérix, donde sus iguales dejaron sus dientes y los teóricamente superiores (Universidad ) no tuvieron más remedio que entregar el sable. El partido responde al gusto de los puristas, aquellos que se ponen a mil cuando ven a un toro astifino y gran dosis de mala leche hacerle un descosido en la taleguilla del torero.

Los carteles anuncian que el Sevilla del salto medirá sus botas frente a un equipo con tres arrobas y media de adrenalina y correrá como si les fuera la misma vida en la pelea. Sin duda pensarán que los blancos de Joaquín Caparrós son tan galácticos como sus primos de Chamartín.

Toquemos madera para que los de Nervión regresen la madrugada del viernes con la dentadura intacta y algún que otro moratón suelto. Otro día hablaremos del resultado y de la guasa que tuvieron los inteligentes de Alberto Bosch al consentir que un Primera se juegue la vida sobre un arrozal vietnamita. Si ocurriera algo (lagarto, lagarto...), que Del Nido busque a Villar en Zúrich, donde se encuentre Blatter arreglando algún apañito para que el Barça siga jugando mucho tiempo en su casa.