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Primera | Valencia 4 - Espanyol 0

El líder apedrea el bus de Clemente

Monólogo y recital valencianista ante un rival perdido e inferior en todo

Tomás Guasch
Actualizado a
<b>UN LÍDER SÓLIDO</B>. El Valencia vapuleó al Espanyol cómo y cuándo quiso. Mista se destapó con dos goles.

Hay líder. Incluso jugando a medio gas y sin Albelda. Seis victorias, un empate, único equipo invicto en la Liga, un gol encajado y las ideas más claras que Einstein. Sólo si se llama usted Paco Roig puede decir que a este Valencia le falta algo.

Colista también hay. Si el Valencia es el único que no ha perdido, el Espanyol de Clemente es el único que no ha ganado. Dos empates y cinco derrotas. Siete goles a favor (dos más que el Barça, ¡cómo está el fútbol catalán!) y 16 en contra. Pese a poner el autobús. Ayer en Mestalla, como anteayer en el Bernabéu. Imposible ganar jugando así, el guión se alteró sólo en los marcadores: el 4-0 se esperaba en Madrid. Pero el espanto y la inferioridad fueron parecidos. Dos de los cuatro goles fueron en el área pequeña. ¿Cómo le iría al Espanyol con otro planteamiento? Peor parece que imposible.

El 1-0 fue un error de Toni, que ante un balón largo con Bertran y Vicente eligió la peor solución: un pelotazo que tropezó en el defensor y le cayó a Mista, a bodas me convidas. Toni y Valencia, ma non troppo: al final, el portero fue el mejor del Espanyol pues le evitó la super goleada. En ataque, el Espanyol fue una ocasión en la primera parte (Cañizares enmendó ante Maxi un error anterior, al no detener el tiro de Morales) y un zapatazo de Óscar que el meta envió a córner. Todo lo demás fue monólogo valencianista. Ayala sólo se bastó para frenar al pobre Raúl Molina, que se reencontró con Xisco: ambos se lo pasaron mejor en el Recre. Por si las moscas, Benítez le puso a Navarro de guardaespaldas. A Ayala, digo. El resto fue tiki-taka de los blancos, mecidos en la molicie del rápido 1-0. El Valencia sólo se espabiló cuando el Espanyol casi le empata y en un rush final del primer tiempo memorable marcó otros dos goles y casi un tercero.

No hubo partido, en realidad. Hubo un apedreamiento al autocar españolista por parte de un líder-líder. Hubo un equipo que jugó al fútbol y un Espanyol irreconocible, pero esperable: fichó mal y dio bajas peor.

Recogida de firmas contra la violencia

La asociación de pequeños accionistas del Valencia decidieron recoger firmas en contra de la violencia. Ubicaron unas mesas en las puertas de acceso a Mestalla, donde los espectadores pudieron dejar su rúbrica. Las firmas serán enviadas al Ministerio del Interior.