Si hace 30 años nos cuentan que Gales pasaría apuros para vencer a Tonga nadie se lo hubiera creído. Pero sí, los galeses tuvieron más problemas de lo esperado. Al final vencieron, que es lo que importa, pero pidiendo la hora. Gales no tiene equipo para más. Su rugby ya no está entre los mejores sino a la altura de selecciones de segundo nivel como Tonga, Samoa, Escocia, Argentina o Italia.

La magia que despertaban antaño los dragones ha desaparecido, se han dedicado a vivir de los recuerdos del pasado y su rugby ha ido perdiendo poco a poco su identidad. El partido de ayer fue un fiel reflejo de lo que ocurre en este equipo. Los galeses lograron un ensayo en el primer tiempo, obra de Gareth Cooper, y se fueron al descanso por delante, 14-10 que dejaba el partido abierto. La diferencia pudo ser mayor porque el pateador galés Stephen Jones falló 3 golpes de castigo. Pero también peor, porque el pateador de Tonga, Pierre Hola, falló otros tres golpes más fáciles.

En el segundo tiempo Gales aumentó su ventaja con un golpe de castigo y un drop de Williams. 20-10. Parecía que iba a ganar sin problemas pero a falta de 16 minutos, la delantera de Tonga pasó por encima de los galeses y logró un ensayo; 20-15 y Tonga estaba otra vez en el partido.

A falta de 13 minutos Martyn Williams marcó el segundo ensayo galés y Stephen Jones convirtió el 27-15. Tonga no tiró la toalla y a dos minutos del final Lavaka volvía a conseguir otro ensayo que colocaba el 27-20.

Los últimos minutos fueron de infarto. Los galeses respiraron cuando el árbitro señaló el final. Ahora se medirán a Italia para ser segundos de grupo y jugar en cuartos con Inglaterra. Italia ganó a Tonga 36-12 sin apuros y, visto lo visto, parece que serán ellos quienes pasarán a cuartos.

En el grupo C, Samoa se colocó primera de grupo por delante de Inglaterra y Suráfrica tras su triunfo ante Georgia por 46-9.

Por último, en el grupo A, Irlanda se impuso a Namibia por un contundente 64-7. Era de esperar.