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Liga de Campeones | Real Madrid-Partizán

Iker cumple 50 en la Champions

Queiroz repite el once que ganó en Vigo. El partido servirá de homenaje al Madrid ye-yé. Matthäus vuelve al Bernabéu, esta vez como entrenador

Actualizado a
<b>DE RÉCORD</B>. A sus 22 años, Casillas cumplirá su partido 50 en Europa
Chema Díaz

Curioso partido. Es más interesante por el pasado que por el presente, por lo que recuerda que por lo que promete. Los yugoslavos vienen con gripe y su mejor jugador es el entrenador, que no juega. Por si fuera poco, algunos de los que estaban sanos se quedaron ayer encerrados en un ascensor con parte de los enfermos, con lo que a estas horas la epidemia puede ser de dimensiones bíblicas. Su futbolista más famoso, Taribo West (un tanto acabadito), no ha viajado. Y pese a todo, se anuncia lleno, sólo quedan por vender 5.000 entradas y se espera que hoy se agoten.

Pero nada importa. El madridismo interpreta el partido como una fiesta. Y en estos casos hay ciertos elementos que invitan a la prudencia. Por ejemplo: se ha organizado un homenaje antes del encuentro, lo que suele ser gafe, como todo el mundo sabe. El acto servirá para homenajear al Madrid ye-yé, pelucas y tal, consagrado al vencer al Partizán en la final de la Copa de Europa del 66. Y esto podría entenderlo el adversario como signo de mofa y befa, pues jamás se han visto en otra como aquella y jamás se verán. Porque la confraternización madridista-yugoslava que se ha vivido antes del partido tampoco es normal. Menos aún la presencia del infausto Spasic, al que ha invitado el Madrid, sabe el cielo con qué motivo. Porque un jugador como Spasic sólo puede volver al Bernabéu para vengarse, tantos fueron los ¡uyyyy! que se oían cada vez que el muchacho rondaba el balón. Lejos de Madrid ha rejuvenecido unos 500 años (ver foto de contraportada).

Mijatovic, Antic, Jokanovic, todos merodean como si el Madrid fuera a jugar contra el Castilla, amigos para siempre. Sin embargo, el Partizán juega la Champions por vez primera y un buen resultado en el Bernabéu sería considerado como una proeza nacional, que así está el patio por aquellas tierras.

Pero el Madrid no se inmuta. Casillas sumará su partido 50 en Champions (14º en el ránking de madridistas) y añadirá otra celebración a la fiesta general. Queiroz anuncia continuidad en el equipo, por lo que se esperan cambios, tal vez Guti, y lo digo en plan lotería.

Lo normal es que no pase nada y todo acabe bien, muy ye-yé, que el partido tenga mucho ritmo y que hable en inglés. Pero en noches como las de hoy el Madrid juega contra sí mismo. Y eso es un gran rival.