Kily González marchará, tras el partido contra el Alavés, con su selección para disputar dos encuentros clasificatorios para el Mundial del 2006. Lo cierto es que el uruguayo desea más que nada irse con los tres puntos conseguidos. "Ojalá me pueda ir con la victoria. Me hace mucha ilusión irme con mi selección pero no quiero que se piense que me voy en los momentos difíciles. Trabajo cada día aquí para conseguir lo mejor para el equipo. Hay mucha gente que confió en mí y no quiero fallarles", explicó ayer el defensa.

El jugador sabe que ante el Getafe no estuvo muy acertado, además reconoce que los fallos por los que llegan los goles son fruto de la falta de atención. "Uno tiene autocrítica y está claro que el sábado caí en el nerviosismo, Tuve muchos errores y soy consciente que no jugué un buen partido. Los fallos de concentración, de orden defensivo, son los que están pasando factura al equipo", dijo.

González es uno de los muchos que no quiere atribuir a esa victoria en casa que se resiste, algún tipo de gafe o maleficio. "La cancha es preciosa para jugar. Se nos tendría que dar bien por la rapidez de la gente del equipo pero no terminamos de arrancar, seguro que el hecho de llevar un resultado en contra y tener que remontarlo, influye a la hora de podernos crecer".

Respecto al Alavés, el próximo rival, dijo: "En Segunda cualquiera puede ganar un encuentro, hay mucha igualdad en la categoría".