M ás de uno se habrá quedado sorprendido al ver el título de estas letras. Reyes y Olsen, unidos por un número, el once, "qué cosas se escriben hoy en día". Pocos sevillistas habrían podido imaginar hace apenas un par de años que en el partido más importante de la historia reciente de la Selección española, dos de sus jugadores de por aquel entonces habrían de estar entre los elegidos.

Reyes y Olsen, más allá de sus trascendencia en el partido de anoche, andan rayando a un altísimo nivel, uno comenzando su carrera, en el club donde se ha hecho futbolista y persona, y el otro acabándola en su Noruega natal. No sé cual de los dos casos tiene más mérito. Reyes y Olsen, delantero y portero, unidos por el mismo dorsal, el emblemático 11, que ambos han vestido con el escudo del Sevilla en el pecho, cosas de estos tiempos modernos en los que un goleador y un arquero pueden disputarse el número de la camiseta.

Reyes y Olsen, doble orgullo para una afición, la sevillista, poco acostumbrada a reconocer a los suyos en esos planos de partidos internacionales, todos en fila a ambos lados de los árbitros, himnos tronantes, banderas al viento. Reyes y Olsen, presente y pasado, cosas bien hechas y cosas que se hicieron muy bien.