Primero, la pregunta del millón. ¿Para usted fue penalti?

Sí. Me lo pareció en el campo, me lo corroboró después Raúl, un tipo honesto que nunca engaña, y lo constaté de nuevo viendo las imágenes de la televisión, observando la portada de su periódico y hasta releyendo el Reglamento. Penalti. Sí, lo es.

¿Qué ha sucedido para que en una sola semana se haya dejado de hablar del fútbol galáctico de su equipo y ahora esté en el ojo del huracán?

Todos sabemos que en el fútbol hay muchos intereses creados y que ante una situación de este tipo todo el mundo pretende sacar algo de partido. Son tantas las opiniones que se han vertido esta semana que queda una percepción de que en el incidente entre Alfaro y Zidane el que fue expulsado fue nuestro jugador, que la reclamación posterior del Madrid no prosperó, quea Zizou no le dieron la cautelar y que no pudo jugar ante el Valencia.

Se deja lo suyo a un lado...

No me escondo. No puedo dejar de lado el error que cometí, por el cual pedí perdón al árbitro y a la opinión pública, y por el cual fui multado con 2.000 euros. Se lo pongo en este contexto: el Madrid lleva tres años callándose la boca, todo el mundo parece sentirse con derecho a hablar del árbitros en términos descalificatorios y no hay respuestas de los comités pertinentes para frenar esta situación. Como todos hablan al mismo tiempo y el Madrid se calla, terminamos sintiéndonos acorralados y en situación de indefensión. En ese clima dudoso, parece convertirse en una prueba de todas las mentiras que hemos escuchado. Es un juego muy peligroso que le hace un daño tremendo al fútbol y desde algún lado es necesario que se pare.

¿Qué le parecen las declaraciones de Jaime Ortí tras el partido?

La polémica es consustancial a este juego, pero a la hora de dar opiniones hay niveles de responsabilidad. Si aquellos que somos protagonistas del juego nos equivocamos, tenemos que parar. Yo lo hice y voy a pagar una multa, pero empiezo a creer que pagué esa multa en nombre de todos. No creo que haya más multas, y eso que hubo declaraciones de Pablo Alfaro o de Jesús Gil que pueden ser hasta querellables. No puede ser que haya una impunidad absoluta a esos niveles de agresividad. ¿Cómo pararlo? Contestando, esto se convierte en un sinvivir. O alguien empieza a hacer valer la autoridad institucional o el fútbol se convertirá en algo muy desagradable. Por eso insisto en que se analice lo ocurrido esta semana. En el incidente Alfaro-Zidane pierde Zizou, que además se quedó sin jugar ante el Valencia...

¿Atisba alguna solución?

Mire, el Madrid ha sido respetuoso con la estrategia marcada por el presidente desde que accedió al cargo hace casi cuatro años. Ello consiste en no hablar de los árbitros. La intención es mantener ese nivel de respeto, pero consideramos que empieza a resultar imprescindible que algún organismo rector ponga orden.

El antimadridismo crece y crece y parece una bola de nieve imparable. ¿Les está fallando a ustedes su política de imagen?

Eso de que crece el antimadridismo es una falacia. Este fin de semana he leído declaraciones de Núñez en las que reconoce que en estos tres años el Madrid ha sacado mucha ventaja al resto del fútbol español. Esa ventaja la hemos marcado también a partir de nuestro comportamiento y ese silencio, a la larga, fijo que nos conviene.

¿Pero sospecha que el Madrid puede estar perdiendo adeptos?

Entiendo que el Madrid está en un lugar de privilegio en lo institucional y lo deportivo, y eso hace que tengamos enemigos proporcionales a la importancia que ha alcanzado el club. Pero es necesario poner las cosas con perspectiva. Si uno analiza las declaraciones de esta semana, las que han tenido mayor relieve periodístico han sido las de Alfaro y Gil. Pues si ellos dos van a ser los abanderados de esta manifestación, que se pongan detrás los que quieran porque el Real Madrid no les va a dar respuesta.

¿Es cierto que hay muchos madridistas que le han felicitado por lo que hizo en Sevilla?

Yo hice lo que sentía y no hice lo que debía. Creo que después de llevar treinta años en España tengo derecho a reclamar que se considere este episodio como excepcional dentro de una norma de corrección en todos los lugares donde he estado: jugador, entrenador, comentarista deportivo o ejecutivo. En Sevilla salí de mi perfil, pero ya he vuelto otra vez a mi sitio natural. El incidente en sí se desarrolló en un momento en el que muchas de las cosas que estaban ocurriendo habían superado los límites.

El acta arbitral le hizo justicia. Usted no insultó a Iturralde.

Curioso. Tenemos el acta arbitral del Madrid-Valencia y al árbitro le acusaron algunos jugadores valencianistas de robar. Espero que se aplique la misma severidad por parte de los organismos competentes. De lo contrario habrá un agravio comparativo.

Alfaro le acusó a usted de haber tenido "actitudes mafiosas" en Sevilla.

No le respondí y no me costó ningún esfuerzo callarme. Las polémicas tienen o no sentido en función del interlocutor en cuestión...

¿Y lo de Caparrós, el ‘bilardismo’ y el ‘menottismo’?

No se moleste. Ese debate no lo voy a alimentar. No merece la pena.

Hablemos de fútbol, lo más sano que nos queda. Parece claro que el Valencia es el equipo que más guerra les ha dado y es el lógico gran enemigoen la lucha por el título.

Pues discrepo. Nos costó mucho más el Albacete, el Racing o el Athletic de Bilbao. Ellos nos crearon numerosas ocasiones de gol mientras que el Valencia tuvo poca presencia ofensiva y lo único que hizo bien fue evitar que pudiésemos desplegar nuestro talento.

¿Se ha consolidado ya el proyecto de Queiroz por el que usted apostó?

Es evidente que este equipo tiene cada vez más respuestas, y eso nos hace ser más confiables. Hubo un momento en que este equipo parecía que metía cinco el día que estaba inspirado, pero que podía recibir cinco el día que tenía tonto. Eso ya no ocurre ahora porque hay un grado de responsabilidad muy grande de todos los jugadores y el actual sacrificio colectivo de la plantilla nos ha hecho muy fuertes.

Valencia, Depor...

Los dos son peligrosos, cada uno a su manera. Respeto a los dos, pero el Depor es una gran amenaza porque siempre apuesta por el buen juego y el gol. De mitad para adelante tiene magníficos jugadores.

Y el martes van usted a Múnich. El Bayern está sumido en un bache.

Sólo le diré una cosa: el Bayern cuando juega contra el Real Madrid siempre es el Bayern. Será el gran club y el gran equipo de siempre. Pero estamos en alerta y nos ayuda una plantilla con una integridad competitiva admirable. Por eso podemos todavía ganarlo absolutamentetodo.

¿Cómo han conseguido que con un banquillo tan corto el equipo esté mostrando su mejor perfil en las segundas partes?

Sí, es cierto y nos gratifica. Tenemos muy buena condición física y también una actitud mental muy positiva. Este equipo está muy trabajado y eso se está notando mucho en la cuenta de resultados.

¿Quién iba a pensar que Guti y Beckham, dos artistas, serían un doble pivote equilibrado?

A mí no me ha sorprendido. Guti está en un rendimiento grandísimo. Para mí, ante el Valencia fue el mejor de los 22. Guti está alcanzando el mejor grado de madurez posible, al que se llega después de haber sido castigado por tu propia afición. Con Beckham forma una pareja equilibrada y con talento.

La multa a Helguera...

Para mí está olvidada desde el día siguiente a aplicársela. La firmó y no hubo mayores problemas.

Pues les han acusado de no ser democráticos.

Insisto. El Madrid es un club democrático que tiene unas leyes de obligado cumplimiento. Las opiniones que provocó la decisión son todas aceptables y van en los inevitables peajes de mi cargo. Yo cumplo con mi obligación y sé cuáles son mis responsabilidades.

Relájese. El 17 de marzo, una final de Copa en Barcelona...

A mí me hace mucha ilusión porque es el único título que nunca he ganado. Además, nos enorgullece la posibilidad de levantar la Copa ante los madridistas de Cataluña, que se merecen todo.

¿Ha hablado con el presidente de su futuro?

Todo a su tiempo.

Director Deportivo. En su parcela han caído siete títulos desde septiembre del año 2000.

Mirando dónde estábamos hace cuatro años y dónde estamos ahora, hay numerosas razones para sentirnos orgullosos. Sólo cuando pasen los años valoraremos la etapa tan excepcional que está viviendo el madridismo...