Dos minutos mágicos

Amistoso | España 2 - Peru 1

Dos minutos mágicos

Dos minutos mágicos

Perú salió y nos dio un baile. Se adelantó y pudo ponerse 0-3. Etxebe y Baraja dieron la vuelta en un suspiro

Aquello fue penalti y lo que los peruanos le hicieron a la Selección durante media hora, un baile como no se recordaba. Una llave inmovilizadora en todo el campo, un ushironage andino, un meneo que lo veías y no lo creías. Ni Francia ni Alemania ni Italia ni Brasil ni Argentina nos habían tratado así, y mucho menos en casa. Sí, Alemania nos hizo cuatro hace tres veranos, pero fue eso, en verano, un 15 de agosto y allí, y con cuatro entrenamientos los nuestros: p’a chulos, nosotros.

Media hora de contundencia del rival, de ser protagonistas pasivos, de quererla y no tenerla, de baño integral, como aquel 2-4 en el Bernabéu a cargo de la Inglaterra de Gary Lineker, que hizo los cuatro goles al inolvidable Zubi y se le escapó el quinto de milagro. También fue en febrero, pero de 1987. La camiseta que estrenó ayer el equipo nos recordó la de aquella época, por cierto. Hay diferencias, claro. Esta no pesa, teayuda a no cansarte, apenas sudas. Para la de entonces era imposible: jugaba Camacho y jugando Camacho pesa lo que tiene que pesar y se suda lo que se debe. Pero, a lo que íbamos, no hemos sido nunca una maravilla, pero los colores tampoco es fácil sacárnoslos.

Solano abrió el marcador con un golazo y Casillas y el poste evitaron el 0-2 de Galliquio cuando Palacios, Pizarro, Mendoza y el mencionado Solano parecían la reencarnación de Teófi lo Cubillas, el Cholo Sotil, el Perico Baylon y el general Chumpitaz, lo más granado del fútbol peruano de las últimas generaciones.

Hubo un rato que fue de 0-3, pero Vicente decidió que no ha venido a este mundo a sufrir y se sacó dos centros que hubiera firmado Beckham, dicho esto sin ganas de molestar al valencianismo sino porque en materia centradora, estaremos de acuerdo en que el inglés es de lo más centrado. El primero lo cazó Etxeberria y el segundo, Baraja. Sucedió en dos minutos (30 y 32), lo que habrá convencido defi nitivamente a Vicente y Baraja que la táctica del Madrid es la que vale: tres llegadas, dos goles y como diría Solari, "los otros, que le canten a Gardel".

España se debió poner las pilas a la carrera porque el fútbol es así de grande: el día menos pensado (ayer mismamente) sale el partido que te exige, te obliga y te acaba motivando, aunque de entrada no fuera más que un amistoso-excusa para rodar un anuncio. En unos días fríos en Barcelona y con la gente convenciéndose de que sí, de que aquello fue penalti, acabó convirtiéndose en un partido que empezó brillante y acabó tostonazo.

Porque era eso, un amistoso, y Sáez se encargó de recordárnoslo al cambiar siete jugadores en el descanso, lo que, francamente Iñaki, si a Valdano lo multaron por bajar al vestuario a alterar el orden del partido, a usted deberían meterle también una multita por lo mismo. Siete cambios, más los peruanos, son una barbaridad de cambios y la gente acaba sin saber quién es su par y le atiza al primero que se le acerca, como Palacios a Tamudo, que salió y mandó la pelota al palo tras una gran jugada personal. Montjuïc rugió, claro. Porque sabe mejor que nadie que ver a Tamudo en la Selección es ver al fútbol de la calle, el de toda la vida, ascendido a primera categoría.

A menos. El juego decayó y la segunda parte no tuvo nada que ver con la primera, lo que la parroquia aceptó con cristiana resignación porque con lo que habían visto antes se daba con un canto en los dientes.

España se hizo con el mando del partido por medio de Albelda, un adelantado Marchena y Valerón, que fue de menos a más, aunque al retrasarse encajonó a Xavi, y a Joaquín no le salió a borbotones la magia del Puerto que corre por sus venas. Al final, el enrachado Cañizares le paró a bocajarro a Silva un chutazo de gol para desesperación de la colonia peruana que acariciaba el empate. De darse, no lo habríamos dado por injusto precisamente.

Perú puso en acción al jovencito Far fán, del que hablan podría ser brasileño. La pena fue que no saliera de inicio, cuando el baile, y le viéramos en lo mejor del partido. Sobre los nuestros, quedamos a la espera de saber qué conclusiones sacará Sáez de esta prueba. Yo daría un aprobado general, como en la Universidad de principios de los 70, cuando los estudiantes teníamos más relación con los grises (la policia de la época) que con los catedráticos. ¡Hombre! Parece legítimo pedir la presencia de Guti en el próximo partido-anuncio, en Gijón frente a Dinamarca, el mes que viene. Guti, sí. Sáez tiene su esquema hecho, fi jo, muy pensadito. Pero siempre habrá hueco para el talento y la renovación. Fíjense en Francia: 0-2 en Bélgica, goles de Govou y Saha. Un cruce con ellos es el peligro en la Eurocopa.

El detalle: El balón Roteiro no gustó a nadie

El balón Roteiro con el que se jugará en la Eurocopa no gustó a nadie. Los internacionales y el propio Sáez criticaron el esférico. Helguera fue el más contundente: "Le tienes que pegar muy fuerte porque parece que no va a llegar nunca. Pesa poco".