El viejo Kahn nos hizo un gran favor

El viejo Kahn nos hizo un gran favor

Kahn, el viejo Kahn, el enemigo odiado, feo antipático y altivo, le dio al Madrid la única alegría en una noche que por momentos tuvo aires tenebrosos.Porque, Kahn aparte, el Madrid es vitamina para el Bayern, no hay duda. Eliminado en la Copa por un Segunda, descolgado en la Liga, el Bayern de este año es un reflejo decadente del que siempre conocimos. Pasó la primera fase en segundo puesto de su grupo. Pero anoche se levantó, con el orgullo de los grandes, apretó, cargó con el partido y remató mucho. Pero allí estaba Casillas, que sólo dejó pasar uno.

A Kahn, decía, tenemos que agradecerle que el Madrid sea hoy favorito claro, para mi. En el partido de viuelta, y con el ánimo tocado por ese gol y por lo baldío de su esfuerzo , el Bayern no podrá ser tanto como fue anoche. Y su portero temblará, una vez que se ha hecho evidente su declive, y su sabedor de que todos los ojos, todos los balones y todas las críticas estarán apuntando hacia él. Pero eso no debe engañar al Madrid, que no hizo partido para empatar, sino para perder. El empate no fue cosa de juego, fue cosa de porteros.

Me gusta la apuesta del Madrid, la exaltación del talento, Guti con Beckham y todo eso. Pero en noches así hay que meterle más energía al partido. El Bayern jugó siempre una velocidad por encima y casi todos los madridistas se vieron superados por la energía de los rivales. Y hubo fases de desconcierto, en los que el equipo no cogía el balón ni con la mano. Casillas parecía jugar al fondo de una cuesta, en la que los defensas se batían como jabatos, rebotando una y otra vez el balón hacia arriba, donde nadie era capaz de cogerlo y jugarlo. Un gran equipo no se debe dejar zarandear así.