Sí. El Bayern fue el inductor, único y demostrable, de la intervención de oficio de la UEFA para que su Comité de Control y Disciplina consultase el vídeo del partido del Olímpico del pasado 24-F, en el que se ha basado para determinar los dos partidos de suspensión impuestos a Roberto Carlos por el manotazo de éste a Demichelis que ha sido catalogado por el tribunal uefo como "agresión". Según pudo saber AS, el acta arbitral del noruego Terge Hauge no registra una sola alusión a la famosa jugada. Sintomático.
Es más, la UEFA utilizó un cauce sorprendente para recabar información, dado que fue el organismo presidido por el sueco Lennart Johansson el que solicitó al árbitro un informe sobre el partido para que relatase lo acontecido con Roberto Carlos Carlos y el belicoso argentino del Bayern. Lo normal habría sido al revés: que el árbitro llamase la atención de la UEFA tras asumir su posible error de apreciación. Pues no. La respuesta del colegiado fue escueta y honesta hacia sus superiores jerárquicos: "No he visto esa acción porque Demichelis tapaba mi ángulo de visión y desde mi posición ni siquiera veía al brasileño".
A la UEFA le dolió que el delegado del Bayern-Madrid, el austriaco Gerhard Kapl, no consignase el hecho acontecido entre ambos jugadores, ni poder aferrarse al acta arbitral ni al informe posteriorme solicitado al árbitro. Pero eso no frustró su objetivo inicial, que no era otro que intervenir de oficio para que efectuara eso que tantas veces ha denostado: rearbitrar los partidos con el vídeo en la mano. Pero AS pudo saber la clave de la llamativa voluntad de la UEFA por buscar una segunda lectura al partido entre alemanes y españoles. El Bayern pidió ayuda a Gerhard Aigner, ex Secretario General de la UEFA, y se registraron varias llamadas desde el club bávaro que conminaron al Tribunal Supremo del fútbol europeo a juzgar una jugada que se da a menudo en los partidos sin que tenga mayor repercusión.
Todo huele a chamusquina y en el Madrid existe bastante indignación, cada vez peor disimulada. No se entiende que el Comité Disciplinario de la UEFA se reuniese el lunes de forma extraordinaria cuando no le tocaba citarse hasta este viernes. De hecho hablaron sus miembros por teléfono. El objetivo era ganar tiempo para que Roberto no jugase en caso alguno el partido con el Bayern y los plazos oficiales desautorizaban esa estrategia. El Madrid lo sabe y calla. Pero explotará si el lunes no se hace justicia.
El bávaro Aigner aún manda mucho
Gerhard Aigner fue Secretario General de la UEFA hasta el pasado mes de diciembre, pero sus tentáculos siguen siendo muy alargados. No hay que olvidar que es bávaro de nacimiento y que, en consecuencia, sus relaciones con el Bayern Múnich, el club oficial de la región alemana, siempre han sido muy estrechas. En el Madrid tienen la firme convicción de que Aigner, aprovechando su actual posición de privilegio desde la sombra, fue el elemento utilizado por el Bayern para presionar a la UEFA y forzar la intervención de oficio de ésta para analizar la famosa jugada de Demichelis y Roberto Carlos. Ello ha permitido al Bayern afirmar públicamente que ellos (ni Beckenbauer, ni Hoeness ni Rummenigge) han presionado a la UEFA. Aigner es coetáneo con Sepp Maier (ambos tienen 60 años) y las fluidas relaciones entre el ex mandatario de la UEFA y el Bayern ha facilitado que el primero hiciese de mensajero sin necesidad de que el club bávaro pusiese en juego su imagen efectuando una reclamación formal a la UEFA.
