Cada día que pasa, cada etapa que se cubre, se consolida una evidencia: tenemos un gran campeón en ciernes. Alejandro Valverde tiene condiciones para transformarse en el Jalabert español, pero él quiere más. De parecerse a alguien prefiere a Indurain o a Hinault. Y quién sabe dónde puede llegar este chaval de 23 años que se muestra casi infalible en sus objetivos. Donde pone el ojo, llega con su bici.
Ayer logró remontar los 47 segundos que le sacaba Iván Gutiérrez con una formidable ascensión a la cima Marco Pantani (Collado Bermejo). En la meta le sacó 52 y, si no media un accidente, hoy se transformará en el primer murciano que gana la vuelta de su tierra. Que le pregunten al andaluz Cabello lo difícil que es ganar en casa cuando todos los ojos te vigilan. O remontar casi un minuto cuando es tu última oportunidad.
Hace cinco años. En la meta quedó segundo. El ganador fue Danilo di Luca. Estaba escrito. Hace justo cinco años (6 de marzo de 1999) Pantani ganaba la etapa del Collado Bermejo, que terminó en Aledo. Y con el dorsal 71, el que portaba ayer Di Luca. La etapa tuvo dos dignos perdedores. Por un lado Iván Gutiérrez, que defendió con bravura su liderato, pero no está aún en la forma precisa para aguantar las embestidas de esa fiera que es Valverde. Y por otro, el Saunier Duval. Perdiguero estuvo formidable en la subida y lanzó a su compañero Piepoli. Pero éste fue alcanzado en el último kilómetro por Valverde, Di Luca y el australiano Evans. Armstrong no quiso entrar en semejante batalla y se puso a rodar a su ritmo a 12 km para la cima.
Valverde tuvo un aliado. Habló con Di Luca y le dijo que si le acompañaba en el ataque le dejaba la etapa. Danilo no le ayudó demasiado en los 5 km finales, en los que Alejandro fue de nuevo Balaverde y se vació para ganar la carrera. Pero aún así, cumplió. Hay que mantener los pactos entre caballeros.
El asalto final
Última etapa en la que Alejandro Valverde debe adjudicarse
sin problemas la Vuelta a Murcia. Un puerto de tercera categoría a mitad de carrera, el Alto Cabezo de la Plata, es la única difi cultad que plantea el recorrido cuyo final llano asegura el desenlace en una llegada propicia para los sprinters.
