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Primera | Real Madrid

Guerra abierta entre Roberto y el Madrid

El club blanco sospecha que Abramovich ha pactado con el jugador para que se incorpore al Chelsea en junio de 2005 con la carta de libertad en la mano

Actualizado a
<b>CONFLICTO ABIERTO</b>. La continuidad de Roberto Carlos en el Madrid está en el aire.

Roberto Carlos y el Real Madrid están condenados, a día de hoy, a no entenderse. El club ha tenido conocimiento de que el brasileño pudo firmar el pasado diciembre un documento con un abogado de su país, Motta, según el cual se comprometería a no renovar su contrato con el Madrid, que acaba el 30 de junio de 2005. Ésta es la declaración de intenciones que necesitaba Roman Abramovich para ver más cerca su sueño de tener al crack madridista en el Chelsea. Incluso, según adelantó El Larguero, el lateral podría haber cobrado ya dos millones de euros para garantizar el futuro vínculo entre ambas partes.

En las altas esferas de la entidad del Bernabéu ha sentado muy mal todo esto, dado que explicaría la actitud reacia que Roberto ha tenido en los últimos meses para sentarse a negociar su renovación. Antes de las Navidades, José María Aznar invitó a la plantilla a un ágape en La Moncloa, momento que Florentino Pérez aprovechó para decirle a Roberto Carlos que estaba dispuesto a renovarle hasta 2007.

El defensa internacional quedó en responder a la vuelta de sus vacaciones navideñas en Sao Paulo. "Me siento halagado y no debería haber ningún problema para que me retire aquí". Pero al irse a Brasil es donde cree el club que pudo firmar ese documento con el citado abogado, puesto que al regresar Roberto Carlos a la capital cambió radicalmente el tono de sus declaraciones ("No tengo prisa. Acabo contrato en 2005 y no quiero hablar nada hasta entonces"). De hecho, las diferentes llamadas que ha tenido estos meses por parte de Jorge Valdano para sentarse a negociar han tenido un no por respuesta. "Lo extraño es que ni siquiera ha querido sentarse con nosotros para hablar, algo desconcertante", sostienen en la planta noble del Bernabéu, donde reina bastante pesimismo sobre el futuro del crack en la Casa Blanca.

Las explosivas declaraciones que hizo Roberto el pasado martes también han sido consideradas en el club como una "provocación". Frases como "en mis días libres hago lo que me da la gana", o "nadie me va a controlar mi vida", o "a mis 31 años nadie me va a decir lo que tengo que hacer" han sido consideradas fuera de tono en unos momentos en los que la afición está irascible por los fiascos ante el Mónaco y el Osasuna, que han abierto la famosa cantinela de las salidas nocturnas de algunos jugadores. "No más de cuatro, que quede claro. La mayoría de la plantilla es superprofesional", sostienen en el club.

La situación entre ambas partes se ha tensado tanto que podría repetirse el caso acontecido el verano pasado con Makelele. Pero esta vez el pulso puede llegar más lejos, dado que si se demuestra que el Chelsea tiene algo apalabrado con el jugador, el Madrid estaría dispuesto a aplicar la cláusula de rescisión de su contrato. "Noventa millones de euros y ni uno menos". Si Abramovich no abonase la cláusula al completo, el club no descartaría tenerle un año sin jugar. Roberto llegaría así hasta el 30 de junio de 2005 y entonces sí podría obtener su baja sin fianza y elegir libremente destino. Sólo Roberto Carlos puede resolver el enigma si acepta sentarse a negociar y desmiente tener algo apalabrado con el Chelsea. De lo contrario, lío habemus.