El milagro se produjo ayer en el pantano de San Juan donde desde hoy se celebrarán, si el agua está mínimo a 14º como exige la Federación Internacional (FINA), las pruebas de aguas abiertas. El termómetro de la Liga Europea de Natación (LEN) marcó ayer a mediodía 14 grados. Ni una décima más, ni una menos. Cuestión de fe, porque ninguno de los periodistas desplazados -estuvimos de 10:00 a 13:00 horas- vimos el momento de la medición ni el artilugio en cuestión.

"En la medición que hemos hecho el agua estaba a 14º. Justo al límite. Por estar al límite hemos retrasado el inicio de las pruebas de las 10:30 a las 12:30, para aprovechar la mejor temperatura del agua", recalcó Víctor Nogueira, director del comité técnico de la LEN.

El viernes, a 12º. A nadie le pilló de sorpresa que la temperatura del agua haya subido dos grados desde el viernes, día en que Rafael Blanco, presidente de la Federación Española de Natación, reconoció que el agua estaba a 12º. Los propios nadadores anunciaron todo tipo de plegarias para que las pruebas se celebren. "Llevamos todo el año preparándonos y sería una catástrofe que no se celebraran", imploraba David Meca. Y parece que los santos les han hecho caso porque en los últimos días el tiempo se ha mantenido frío y lluvioso.

La medición será dos horas antes de la prueba y en el centro del recorrido, como dicta la FINA. "Desde que estoy en Madrid he oído que se han medido desde 10º hasta 15º en diferentes lugares. Hay termómetros de muchas marcas y entre ellos puede haber diferencias de décimas. Pero aquí hay uno que es el oficial, el de la LEN, y con ese se medirá", concluyó Nogueira.