El italiano Alessandro Petacchi, del Fassa Bortolo, prolongó su gran momento de forma y va camino de hacer historia en el Giro de Italia ya que si el año pasado logró media docena de etapas, consiguió la tercera en la presente edición.

Da lo mismo que haga sol o diluvie como ocurrió en el final de esta sexta etapa, entre Spoleto y Valmontone, a unos 40 kilómetros al sur de Roma. Volvió a ganar con autoridad, en un esprint que no tuvo mayor historia que saber quien iba a ser el segundo, pues tras la neutralización del campeón del mundo, el español Igor Astarloa, que intentó la escapada a falta de dos kilómetros, la locomotora del Fassa Bortolo apretó los "cigüeñales" y llevo en volandas a Petacchi.

Fue un triunfo más fácil de lo que esperaba Petacchi, como dijo después, pues el "rey león" (Mario Cipollini) sigue renqueante y los australianos Robbi McEwen y Bradley McGeen se arrugaron con la lluvia. Sólo el alemán Olaf Pollack logró seguir su estela desde lejos y repetir así el segundo puesto de la jornada anterior, que ganó McEwen.

Petacchi invirtió en el viaje de 164 kilómetros 4 horas y 55 segundos, el mismo tiempo que Pollack y el argentino Alejandro Alberto Borrajo dando tiempo al grupo principal, por lo que la general no sufre cambios en sus primeros puestos y por cuarto día el italiano Gilberto Simoni sigue al frente seguido de su compatriota y compañero Damiano Cunego, a 13 segundos, y del ucraniano Yaroslav Popovych a 21 segundos.

La sexta etapa, denomina la jornada de la solidaridad, tuvo un desarrollo que se ajustó al guión, es decir un terreno ideal para aventureros y esprinters, al ser prácticamente llano, especialmente en su segunda mitad, donde el mayor enemigo fue la lluvia.

Escapadas

Hubo numerosas escapadas que no prosperaron, pues primero los componentes del Saeco del líder Gilberto Simoni y luego el Fassa de Alessandro Petacchi se encargaron de echarlas abajo cuando se les antojó. La fuga del día la protagonizo el italiano Fortunato Bailiani. Se fue hacia el kilómetro 72, llegó a tener hasta casi cinco minutos de ventaja y fue neutralizado en el 143.

Fue la escapada de la jornada, que no tuvo la repercusión de otras ocasiones, pues Mario Cipollini puso su granito de interés, ya que durante todo el día se pasó haciendo la goma: tan pronto entraba en el grupo como se quedaba.

En los kilómetros finales, los componentes del Fassa a bloque, a pesar de la lluvia y el resto a su rueda. El más valiente, el que intento romper esa hegemonía fue el campeón del mundo el español Igor Astarloa, pues a falta de dos kilómetros daba un tirón y se quedaba sólo en cabeza. No valió, pues a falta de unos 700 metros para el final Petacchi y los suyos lo superaban con claridad volviendo a imponer su ley y llevándose la victoria.