Gorospe: En la crono lo más peligroso, el viento

Ya lo dice el refrán: Al que madruga, Dios le ayuda. Lo de madrugar es una sana costumbre de Miguel Madariaga, el manager general del equipo Euskaltel-Euskadi. Y si se cumple lo que dice el dicho popular, las fuerzas divinas ayudarán seguro al conjunto que dirige Julián Gorospe para cumplir su principal objetivo: perder el mínimo tiempo posible en la crono por equipos del Tour de Francia, que comienza el sábado, de cara a la montaña.

Tras llegar a París, casi al filo de la una del mediodía, no había tiempo que perder. El día se presentaba largo (como así fue). Una comida rapidita en un restaurante de carretera y rapidito rumbo a Cambrai. Una aclaración: si me preguntan por quién es el más tragón, les responderé que sin duda Iban Mayo. No les aconsejaría que dejaran a su perro a expensas de lo que deja en el plato. Aunque Iban y sus compañeros tuvieron el tiempo justo para hacer la digestión. A las cinco de la tarde los corredores estaban ya en la ruta de la crono. Lo más positivo de todo son las ganas de los corredores y lo que han disfrutado entrenándose y viendo el recorrido, explicó Julián Gorospe.

Primeros.

El equipo vasco fue el primero en llegar al Tour y también el primero en supervisar el recorrido de la contrarreloj por equipos. La primera impresión es buena. Aunque es una crono dura, el recorrido no presenta excesivas complicaciones. Eso sí, es idónea para equipos con buenos rodadores porque tiene continuas subidas y bajadas y poco tiempo para que los ciclistas se recuperen. Son muchos kilómetros y van a hacer daño seguro, matizó Gorospe.

Los componentes del Euskaltel llegaron a Francia con hambre de carretera. El equipo ya no pasa inadvertido y mucho menos en el país del Tour de Francia. Ya en el aeropuerto de Bilbao fueron reclamados en multitud de ocasiones por los aficionados que se acercaban deseándoles suerte. Aunque en el vuelo a París una mujer despistada al ver a Iban Mayo con el logotipo de Euskaltel en la camisa le hizo una consulta sobre el desbloqueo de su teléfono móvil. Para que luego se queje el de Igorre de la presión mediática

Aunque la crono de este año no es tan dura como la del Tour pasado, tampoco hay que echar las campanas al vuelo, el recorrido tiene su gran inconveniente: el viento. Se trata de una zona al norte de Francia bastante llana y muy descampada. Lo más peligroso de la crono es el viento. Sopla casi durante todo el recorrido, cambiando de orientación de cara o de costado, según la dirección de la carretera, avisa el director deportivo.

Además, no hay curvas, no hay rotondas y la carretera es ancha y está bien asfaltada, hace buen tiempo y un fresquito (16º) que seguro que da envidia en España. ¿Qué más puede pedir el equipo Euskaltel? Rodar a 55 kilómetros por hora. A 55 km/hora se gana seguro, asegura Gorospe. Buena señal. Parece que el trazado de la crono por equipos les ha dejado con buen humor.