La cima Jiménez

Vuelta a España | 10ª Etapa

La cima Jiménez

La cima Jiménez

jesús rubio

Eladio, que ya venció en 2000, repitió en la cumbre de Chava

Cuando intentamos establecer el arquetipo del escalador español siempre nos sale castellano, más o menos recio, de Bahamontes a Heras pasando por Julio Jiménez, Perico y Arroyo, por Chava, Sastre y Mancebo. Creo que fue Echávarri quien dijo, antes de la irrupción de Indurain, que el candidato español a ganar el Tour debía ser castellano y, aunque olvidé la explicación, imagino que tenía que ver con algo telúrico, probablemente con un tipo de resistencia heredada. Se echan en falta las frases de Echávarri, por cierto, sentencias tan poéticas como las de Valdano y que no las estropeaba ni la cruda realidad (El Tour de 2000 será Blanco, recuerdo). Si Echávarri habla menos después de las revelaciones de Manzano, que lo parece, es un acto de dignidad del que no participan los que siguen hablando. Pero me estoy yendo del asunto.

Ayer, en Xorret del Catí, ganó Eladio Jiménez, que es castellano de Ciudad Rodrigo. En 2000 ya fue vencedor en esta cima que acaba en descenso y en condiciones semejantes de lluvia tropical. Entonces sucedió a Chava Jiménez, que estrenó este puerto para la Vuelta en 1998. Por este motivo, la organización quiso homenajearle, sin éxito. Los responsables de la carrera se pusieron en contacto con los familiares del Chava, sin saber que estos no se hablan con la viuda (viceversa). Ésta, al conocer hace pocos días todo lo que se había preparado a sus espaldas, y sospechando que alguien pudiera sacar provecho económico, denegó su permiso para el homenaje.

Pero me he vuelto a desviar, y no debería porque la etapa fue, de nuevo, espléndida y deja la clasificación general con seis corredores en el mismo minuto: Landis, Valverde (a 9s), Mancebo (a 28), Nozal (a 31), Heras (a 46) y Beltrán (a 59). Entre ellos estará, casi con toda probabilidad, el ganador final, aunque aún mantienen opciones Sastre (1:34), Menchov (2:41) y Aitor (2:49). No olvidemos que la Vuelta es durísima y que en la última semana habrá derrumbes y alzamientos.

La jornada estuvo marcada por una fuga un tanto surrealista en una etapa de montaña, pues en ella estaban algunos de los mejores sprinters de la carrera: Freire, Zabel y OGrady. Es de suponer que los velocistas estaban tan concentrados en vigilarse que cuando se dieron cuenta no había nadie alrededor. O casi nadie, pues les acompañaban Fuentes, Elías, Eladio e Ivanov.

Juntos afrontaron el último muro. Allí, Eladio impuso sus condiciones de castellano escalador, aunque le costó deshacerse de Freire, del que siempre esperamos que se transforme en Laurent Jalabert y gane un día en Los Lagos de Covadonga o así. Seguiremos esperando.

Los candidatos. Por detrás, el modesto Ferrio provocó el primer terremoto y tras él sólo resistieron Valverde y Piepoli, luego Heras. Pese a tener a rueda a su principal enemigo, Valverde siguió tirando para distanciar a otros rivales, una actitud encomiable que demuestra que asume su favoritismo y que tiene fuerzas suficientes para desafiar a Heras en su terreno. Ojo: Nozal no andaba muy lejos de esa batalla y confirma que Saiz tendrá que elegir, lío que nos dará mucho juego.

Eladio llegó alborozado. Procedente de la cantera del Banesto (que es como la del Madrid, miope y generosa) estuvo a punto de retirarse en 2002 por una complicada fractura de fémur. Belda, que como Lopera tiene la virtud de ver un billete detrás de un tabique, apostó por él. Valverde encabezó el grupo de favoritos y cruzó la línea sprintando, ambicioso. Es reconfortante encontrarse con alguien que no tiene miedo a comportarse como un gran campeón. Ese es el primer paso para serlo.