El corredor del Paternina-Costa Almería Jokin Ormaetxea (Azkoitia, Guipúzcoa, 1980) murió a las 6:40 de la madrugada del domingo en un accidente de tráfico en Deba (Guipúzcoa) y será enterrado hoy, a las 19:30 horas en la parroquia de Santa María La Real. Ormaetxea iba en el asiento de copiloto de un Audi A-3 que conducía otro ciclista, Joseba Albizu (Azpeitia, Guipúzcoa, 1978), quien sigue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de San Sebastián con fracturas costales y contusiones pulmonares, pero fuera de gravedad.
Ambos habían participado en la vigésima edición de la tradicional Subida-Bajada al Txitxarro. Una carrera que supone el cierre de la temporada para numerosos ciclistas vascos y que concluye en la discoteca Txitxarro. Ormaetxea y Albizu regresaban a su casa, por la N-634, cuando, por causas aún desconocidas, el coche se salió de la calzada, subió una ladera y volcó. Poco después de su ingreso en el hospital donostiarra, Ormaetxea moría a causa de las múltiples heridas producidas en el accidente.
Era tan bueno que, a lo mejor Dios, ha preferido quitármelo a mí y llevárselo a su equipo, contaba el director del Paternina-Costa de Almería Miguel de Moreno, que se enteró de la noticia a las 11:30 de la mañana al recibir un mensaje telefónico del otro director del equipo, Juan Martínez Oliver. Como persona, Jokin, era fabuloso. Era uno de los chicos cariñosos, nunca te podía ver triste. Cuando estaba preocupado, él te echaba el brazo y no es común entre los deportistas. Esta es una vida dura, durante la temporada se vuelven más tristes, pero Jokin, no. Él siempre estaba contento, agregó Miguel Moreno afectado. Era un chico joven con toda la vida por delante, en la primavera. He hablado con su padre y también con Jon del Río, un allegado que solía viajar con él. Y ahora, a seguir luchando. Yo no le voy a tener el año que viene, pero sus padres ya no lo tienen definitivamente.
Jokin Ormaetxea se había estrenado este año como profesional. Antes, una carrera de amateur marcada más por las caídas que por los triunfos. Entró en esa categoría en 1999, con 18 años, y los éxitos no llegaron hasta hace dos, tiempo en el que sumó ocho victorias, tras dos roturas de clavícula y una grave lesión en el cartílago de la rodilla. Las tres temporadas en blanco las pasó en Kaiku, Telcom y Ulma-Cegasa, y fue en su vuelta al Telcom (2002) cuando ganó una etapa de la Vuelta a Álava y en la Subida a Urraki, victoria que repitió en 2003, ya en el Caja Rural, donde sumó las victorias de Gorla, Extremadura, Elizondo, Alsasua y Lezo.
