NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Boxeo | Campeonato de Europa

Quibir reta a la historia

Karim Quibir afronta hoy, en el Palacio de Vistalegre de Madrid, el combate por el que lleva soñando toda su vida. Ante el italiano Simone Maludrottu, Karim tiene la oportunidad de proclamarse, ante 15.000 espectadores, campeón de Europa del gallo.

Actualizado a
<b>EXPLOSIVO. </b>Karim Quibir posa exultante después de proclamarse campeón de España del peso gallo en diciembre de 2002.
alejandro gonzález

Hoy, 29 de octubre de 2004, puede ser un día grande para la historia del boxeo español. Y el aspirante a entrar por la puerta grande en ella es un madrileño de 28 años, Karim Quibir, quien luchará hoy en el Palacio madrileño de Vistalegre (la velada comienza a las 21:00 horas) por conseguir un título, el de campeón de Europa del peso gallo, que hace 25 años que no conquista un púgil nacional. Delante tendrá al vigente campeón, el italiano Simone Maludrottu, que conquistó el cinturón continental hace sólo un mes y once días ante el francés Patrac.

El último español en conseguir la corona europea del gallo fue Juan Francisco Rodríguez el 10 de agosto de 1979. En esa fecha, Rodríguez defendía por segunda y última vez su título continental. Después de él lo han intentado muchos, incluido el propio Juan Francisco: Vicente Rodríguez, José Luis de la Sagra, Esteban Eguía, Martínez Antúnez, Enrique Rodríguez Cal, Vicente Fernández, Lorenzo Martínez Pacheco y el último, Javier Campanario, en 1997.

Fama de pegador.

Justo dos años después de esta señalada fecha, en 1999, iniciaba su carrera profesional Karim Quibir, un chico que llegaba del terreno amateur con una fama, totalmente merecida, de durísimo pegador teniendo en cuenta que muchos de sus primeros rivales de aquella primera época le duraron segundos en pie... Su entrenador, José Valenciano, no se cansa de repetirlo: Desde que lo vi, supe que Karim había nacido para esto, para el boxeo.

Quibir es precoz en los deportes de contacto. Su hiperactividad empujó a sus padres a llevarle ya con cuatro añitos por primera vez a un gimnasio. Primero fue el kárate, luego el kick boxing y, por último, el boxeo. Su jovencísima madre, Chelo, aún recuerda con cierto gesto de agobio, los primeros años de vida de Karim. Yo entonces lo único que sabía es que el niño no paraba quieto ni un minuto. Era agotador. Luego, con el paso del tiempo, me enteré que a eso se le llama hiperactividad, comenta Chelo López. Esa misma hiperactividad, unido a un físico genéticamente espectacular, un coraje fuera de lo común y una dosis extra de energía, convierten a Karim Quibir en un boxeador hambriento de victorias.

Hoy disputa el combate de su vida. En juego está el título con el que ha soñado tanto. Y acude preparado de sobra, tras permanecer concentrado, como los campeones de antaño, diez semanas en la sierra de Madrid. De vuelta a la civilización, Karim se ha encontrado con una ciudad invadida por su foto, en la Gran Vía, como las grandes estrellas de cine, en los autobuses... Hoy, en Vistalegre, llega más convencido que nunca de la victoria y dispuesto a entrar por la puerta grande en la historia del boxeo.

Quince horas de sueño y cinco comidas antes del combate

Las horas previas al Europeo parecen más propias de un bebé de pocos días que de un guerrero como Karim Quibir. Desde el pesaje, ayer a las ocho de la tarde, hasta las horas previas al combate, Quibir habrá dormido unas 15 horas, incluidas las ocho de sueño nocturno. Después de la ingesta controlada de calorías antes de dar el peso, el plan final de puesta a punto comienza justo después del pesaje con una cena basada en arroz (hidratos de carbono), acompañado con pollo, una carne mucho más ligera que la roja, un batido de proteínas y una bebida isotónica de sales minerales. Este menú se vuelve a repetir a las ocho de la mañana, a las once, a la una, a las tres y la última a las cinco de la tarde. Es a lo que Karim Quibir se refiere con el nombre de las cinco tomas. Entre toma y toma, Karim duerme, con el fin de afrontar el combate con las pilas bien cargadas. Ésta es una práctica habitual de Quibir antes de una pelea.