Lo peor que le pudo pasar a Mardy Fish fue empezar ganando 3-0... casi antes de que Moyá entrase en la pista. Y con esta táctica: búsqueda constante de golpes ganadores y tiros largos que sacaran de ritmo a Moyá. Mardy Beckham se atuvo a esa táctica el resto del partido: hasta que lo perdió.
Tras ese 0-3 de salida, que incluyó un servicio roto por los palos de Fish, Carlos I de España y V del Mundo, Charly Moyá, fue entrando en la humedad de La Cartuja... hasta que su tenis fue una gotita fría que licuó a Fish, pescado con coleta teñida. Después del 0-3, el balance de juegos total fue 18-6 para Moyá.
A mediados de la segunda manga, ya estaba claro que la raqueta de Charly era una red de pescar incautos como Fish. ¿O era para cazar mariposas efímeras? Hasta el fin, Fish siguió intentando negociar los puntos con golpes estrambóticos y fuera de ritmo, mientras la prensa estadounidense afilaba los colmillos para devorar al capitán Pat McEnroe, culpable de haber sentado a Spadea. "Vine aquí, pasé el control de pasaportes, y estoy listo para ayudar a ganar la Copa Davis", dijo Spadea.
Entretanto, Moyá, con su derecha y sus angulaciones, se dedicó a juguetear con Fish hasta que el pescadito de Minnesota desapareció en la humedad de La Cartuja. La humedad y la profundidad de la tierra batida.
