Imparables

Balonmano | España 40 - Croacia 34

Imparables

Imparables

ap

España se impuso fácil a Croacia y ya es campeona del mundo

Ala primera, pleno. Juan Carlos Pastor lleva a España a la cima mundial del balonmano en un partido increíble que ni en el mejor de los sueños alguien podría imaginar. Enfrente estaban los croatas, los dobles campeones, del Mundo y olímpicos, la bestia negra, la Selección que más había hecho llorar a los nuestros en los últimos tiempos.

Sí, Pastor lo había dicho ("quiero otro partido contra los croatas"), casi había pedido una nueva oportunidad. ¿Estaría loco este chaval de Valladolid? No estaba loco. Sabía lo que decía y lo que hacía. Tanto que dominó el encuentro desde sus cálculos, y hasta le quitó incertidumbre, porque España era la nueva campeona del Mundo mucho antes de acabar el encuentro. Uno, dos..diez, quince minutos antes ya había tirado la toalla el conjunto balcánico. No podía, estaba muerto. Emilio Alonso, seleccionador español en la prehistoria, lloraba; José Carlos Múñoz, compañero de fatigas de tantos años y creador directo de la escuela vallisoletana (Pastor y ocho jugadores de esta Selección), no sabía si reir o llorar... Por primera vez España sube al podio en un Mundial, y lo hace de una manera indiscutible. Todos a una, como una piña, más allá de las individualidades.

Veteranos y jóvenes.

La final tan temida, con veteranos como Garralda y Hombrados, y con jóvenes de la nueva ola a su lado, ha sido una demostración de estrategia. No le tembló el pulso a la Selección. Del primero al último, sobresaliente, mención especial para dos debutantes que se plantan en la lucha por el oro y no se ruborizan: Rocas y Chema, ahora uno de los extremos derechos de más proyección del mundo. ¿Y los veteranos? Excelentes ayer. Garralda, en su línea, con una gran defensa inicial que afianzó al equipo, y con goles en momentos claves que derrumbaron la moral croata. ¿Y los afianzados? Matrícula de honor para Juanín, que ayer redondeó el campeonato con once goles de todos los tipos. E Iker, y Alberto Enterríos...

Desde el minuto 15 la final tenía un dominador (10-7) y al descanso un ganador sin discusión (21-13), España. Lo que ocurrió en la segunda parte fue un canto al triunfo de los nuestros. Ayer se ganó con tanta claridad y brillantez que se cerraron los debates: el coco no existe, está en nuestra mente, pero si sabemos expulsarlo seguro que se va. Ahora el ogro de los croatas se llama España.