El primer asalto correspondiente a la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones entre el Ciudad Real y el Fotex Veszprem se lo adjudicó el conjunto español por 29 a 22. Esta renta de siete goles puede resultar suficiente para la vuelta, que se celebrará el sábado próximo en Hungría.

El partido se caracterizó más en defensa que en ataque, aunque al Balonmano Ciudad Real le costó entrar en el partido. Su defensa 5-1 no estuvo nada bien y por ahí el campeón húngaro, una y otra vez entraba cual cuchillo en la mantequilla. Esto les dio diferencias, que en el minuto 9 eran de cuatro goles (2-6).

De inmediato Juan de Dios Román cambió a 6-0 a los suyos y colocó de directo de juego Dujshebaev, con lo que el equipo húngaro tenía mayor dificultad a la hora de superar esa defensa.

El Veszprem, que el año anterior perdió la eliminatoria también de cuartos de final contra el Ciudad Real, traía la lección bien aprendida. Ataques largos para buscar buenas posiciones de lanzamiento, que enfriaban en exceso el partido. Esto le salió bien hasta el minuto 19, donde, tras un lanzamiento de Entrerríos, el Ciudad real tomó las riendas del partido.

Ese golpe no lo encajó bien el equipo visitantes y el entramado defensivo 6-0 que utilizaron durante todo el encuentro encontraba siempre un abrelatas que era el pivote internacional Rolando Uríos, que, literalmente, tenía que "pegarse" con la aguerrida defensa húngara.

Ciudad Real fue abriendo paulatinamente diferencias en el electrónico, concluyendo la jugada siempre con el extremo izquierdo Zaky. Por aquel entonces, Sterbic, que la temporada anterior, igual que Dzomba, militaron en este conjunto con el campeón húngaro, se encargaba uno y otra vez de frenar a sus antiguos compañeros.

Lesión

Desde la reanudación hasta que se lesionó (m.42), solamente se hicieron dos goles, lo que confirmó con el acierto, tanto de Zaki como de Entrerríos y los goles de penalti de Zomba, mayor amplitud en el marcador.

En el minuto 42, Sterbik, tras una parada al pivote Gulyas, se quedó en el suelo con evidentes signos de dolor. De inmediato se detectó la gravedad de la lesión ya sobre la pista, y a falta de confirmar unas pruebas que se le harán el domingo en Madrid, podría tener roto el ligamento cruzado de la rodilla izquierda.

Este golpe lo acusó Ciudad Real, que se descompuso, aunque al final las buenas intervenciones del internacional Hombrados, la dirección de Dujshebaev y la buena defensa 6-0, dejaron el camino abierto para resolver la eliminatoria.