Bobby Fischer es una mente superdotada de Chicago: justo como el Unabomber, el remoto terrorista de buena familia, hoy entre rejas. Técnicamente, el cociente mental o intelectual de Fischer se sitúa entre 180-184 puntos.
¿Al borde de la locura? En todo caso, suficiente para recordar, muchos años después, posiciones de partidas simultáneas a las que sólo echó un vistazo. Esto se lo ha hecho a más de un asombrado colega, con la ayuda de su más fiel compañero de viaje: su tablero de bolsillo.
En sólo 20 años, entre 1972 y 1992, Bobby Fischer pasó de ser héroe nacional de Estados Unidos a encuadrarse en la dudosa condición de prófugo/proscrito. Son las dos décadas que median entre su sensacional triunfo de 1972, en Reykjavik, ante Boris Vasilievich Spassky... y la revancha ante el mismo Spassky, en 1972, en el balneario yugoslavo de Sveti Stefan.
24 años. Cuando Fischer arrebató a Spassky el título mundial, en 1972, en Reykjavik, por un marcador total de 12,5 puntos a 8,5 (aunque Spassky ganó las dos primeras partidas), el hijo de Regina Wender puso fin a 24 años de supremacía soviética en la cúspide del ajedrez mundial.
Richard Milhous Nixon, presidente de EE UU en 1972, el presidente del Caso Watergate, telefoneó a Fischer a Reyjkavik para felicitarle, pero Bobby había dado una orden tajante en el hotel: "No se me pasan llamadas, ni siquiera del presidente de los Estados Unidos". En Reykjavik, Bobby había denunciado las tretas paranormales de los psicólogos soviéticos... y había prohibido a los niños comer chocolate en el teatro Laugardalshoell "por el ruido de los envoltorios de papel de plata". Hasta ahí, Bobby nunca había ganado a Spassky: dos tablas, tres derrotas.
En 1975, Fischer fue despojado del título por negarse a cumplir las condiciones que la FIDE le imponía en su duelo con el aspirante Karpov. No competiría más hasta la revancha oficiosa de 1992 ante Spassky, prohibida por EE UU: era la guerra entre la OTAN y Yugoslavia. Fischer escupió en el fax de la prohibición, se embolsó 3,5 millones de dólares... y volvió a batir a Spassky (17,5-12,5). Hasta hoy...