"No descarto nada, ni siquiera ganar el Giro"

Juan Manuel Gárate

"No descarto nada, ni siquiera ganar el Giro"

"No descarto nada, ni siquiera ganar el Giro"

juan gutiérrez

El Giro se mantiene vivo para España gracias a Juan Manuel Gárate, un veterano (29 años) que domina las claves de la carrera italiana, donde ya fue cuarto en 2002 y décimo en 2004. El final se le presenta de cara, porque quedan dos duras etapas de montaña, el terreno donde más cómodo está.

Su director, Matxin, escribió ayer en 'El Correo' que llegó usted al Giro al 70%.

Antes del Giro tuve un bajón importante e incluso me planteé no venir. La temporada la empecé bien, pero luego tuve alergias, síntomas raros, bronquitis... No acababa de curarme. Me ha costado mucho, pero me presenté en la salida sabiendo que en la última semana podía recuperar todo lo que perdí al principio.

En esos primeros días perdió usted en torno a dos minutos.

Sí, tuve tres días de 40 segundos. Si te pones a echar cuentas, al final ojalá que no me hagan falta, pero según está de apretada la clasificación, a lo mejor sí lo necesito. El día de la caída me dejé tiempo, luego también cuando la movida de los registros, porque estuvimos a punto de retirarnos. Era una etapa de montaña y al final me dolía el estómago de la tensión, tenía unos retortijones increíbles.

Estuvo a punto de no venir, luego estuvo a punto de marcharse y ¿ahora?

La carrera me pondrá en mi sitio. De momento estoy donde me merecía y ahora que me he metido en la pomada, no descarto nada. Miro adelante, lo de atrás no me preocupa. No me pongo ningún límite.

¿Cuál va a ser su táctica?

Tengo dos. La primera, si sigue todo parecido tras la crono y yo sigo con el mismo estado de forma, no me lo voy a pensar dos veces el sábado en el Finestre, porque ahí se decidirá el Giro. Si hay indecisión, ¿por qué no ser yo quien destape la caja de los truenos? Ésa es una táctica, la más arriesgada...

¿Y la otra?

La otra es estar a la expectativa de la guerra que tendrán ellos, porque al final son tres italianos que se la van a jugar, ninguno regalará nada. Habrá zafarrancho. Una clave es que Savoldelli dio muestras de debilidad el domingo. Si hubiera estado con nosotros, el Giro se hubiera calmado muchísimo, porque hubiera sido un síntoma de líder sólido.

Rubén Lobato dijo ayer en una entrevista en AS que usted ganará el Giro.

Eso dicen mis compañeros. Yo me veo muy bien, pero al que noto mejor es a Di Luca. En el Stelvio iba como yo. Éramos los dos que estábamos más fuertes. Hay gente más favorita que yo, porque Savoldelli y Simoni han ganado el Giro y Di Luca es el número uno del año, pero no descarto nada.

Nada incluye el Giro, ¿no?.

Nada es nada. Si Savoldelli dio muestras de debilidad en un kilómetro, ¿qué puede pasar en el Finestre? Puede ocurrir de todo.

Si no gana el Giro, ¿el podio también es un buen premio?

El podio de una grande es el sueño de cualquier corredor y yo lo tengo a tiro.

En una entrevista de 2001, cuando usted corría para Simoni, dijo: "Sé que nunca voy a ganar el Giro o el Tour".

Sé que no soy un corredor como Simoni o Savoldelli, sé que estoy más limitado. El resto del año no tengo su mismo motor. Lo que pasa es que cuando estoy bien de forma, soy peligroso. Debo aprovechar mi mes, echar las cuentas y llegar en el momento exacto. Luego también debo buscarme la vida, porque en las llegadas explosivas me machacan y después tengo que arriesgar para recuperar ese tiempo.

Simoni es ahora su rival, pero ha sido su maestro. ¿Esto es una ventaja o un inconveniente?

Yo le conozco mejor a él, que él a mí. Simoni no ha tenido nunca la necesidad de controlarme, pero yo a él sí. Para mí siempre ha sido un espejo. El otro día, por ejemplo, en el Stelvio comprobé que no era el Simoni de otras veces.

Cuando el domingo fue el único que aguantó a Simoni, ¿sintió que había dado el salto de calidad?

Ya lo vi el sábado en la fuga. Íbamos veinte y todos decían que más despacio, cuando a mí me parecía que estábamos parados. Aitor González me dijo: "Juanma, o vamos muy rápido o yo no ando nada, dime la verdad". Y le contesté: "Igual las dos cosas". Otros sufrían y yo no. Ahí me di cuenta del salto de calidad.

Pues los medios de comunicación italianos ni le citan.

Tengo que agradecer mucho a los periodistas italianos, porque si estoy donde estoy es gracias a ellos. Al no nombrarme nunca, paso inadvertido. Estoy encantado de que nadie hable de mí. Si no se quieren dar cuenta de que hay un gato que se les está colando por el medio...

El lunes leí, por ejemplo, que cuando atacó Simoni sólo le aguantó Di Luca.

Yo no estuve ese día, según ellos. Hice séptimo sin correr. Y eso que Di Luca nos cogió casi bajando. Igual que se ve una foto en La Gazzetta dello Sport donde estamos los tres y sólo nombran a dos.

Aparte de la ironía, ¿eso le duele?

Si soy sincero, me dolía más antes. Nunca me han dado como favorito. El año pasado fui el líder del Lampre y ni me nombraban. Pero me duele más que no me den importancia en casa.

Tampoco le hemos hecho mucho caso, quizá.

Ya no digo que no me llamen los medios de Madrid, porque eso depende de los resultados, pero ni siquiera de un pueblo como Irún...

¿Haber corrido hasta ahora en equipos extranjeros es la causa?

Sí. Al haber llevado unos colores extranjeros y no haber logrado grandes hazañas, te cuesta hacerte un hueco.

Al margen de los medios, ¿se siente un poco rebajado dentro del ciclismo español?

Nunca he demostrado nada en España, salvo la etapa de la Vuelta, quizá porque he corrido más fuera. Pero resulta que siendo extranjero, en Italia no me reconocían, y estando en un equipo de fuera, en España tampoco.