La final resultó espectacular

La final resultó espectacular

Fue una de las mejores finales que se han jugado en Roland Garros. Dos zurdos frente a frente, algo que no ocurría desde 1957. Nadal empezó agresivo como siempre, pero Mariano Puerta lo dio todo sobre la arena roja de la pista central de Roland Garros, e incluso llegó a lanzarse en plancha como el mismísimo Boris Becker para conseguir conectar alguna volea. Nadal no dio una pelota por perdida, se revolcó por la pista y celebró sus mejores puntos con saltos de alegría. Fue un duelo colosal entre dos grandes.